POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Ustedes saben que yo, en la medida de mis escasas posibilidades y conocimiento de la zona extremeña de MONTERRUBIO DE LA SERENA, soy entusiasta colaborador del Grupo «NO ERES DE MONTERRUBIO DE LA SERENA SI…» surgido de una iniciativa monterrubiana cuya «alma mater » es VENTURA ROMERO ARIZA.
Cuando hace unos días comenté gozosamente la publicación de mi último libro, el Grupo de adictos monterrubianos saltó en unánime grito de felicitación y de cariño. Sumaban así su afecto al de muchos colungueses y asturianos, así como también al de muchos antiguos alumnos, que de un modo u otro recordaban mi dedicación a la enseñanza de la Física y a la formación de nuestros jóvenes.
Para mí es emocionante y motivo de ánimo ver que «a mis años y a mis kilos» (así lo decía en mis clases), siga teniendo «vida y claridad de juicio» para continuar adentrándome en ese mundo editorial de los libros de texto, cada vez más complicado y exigente en los aspectos pedagógicos y científicos.
¡MONTERRUBIO y LA SERENA!
¿Saben ustedes? La comarca pacense de LA SERENA, rica en paisaje, en historia, en olivares, en ganadería ovina de la raza merina y en porcina de raza ibérica, es garantía de aceites de oliva, de jamones y embutidos ibéricos, en quesos excepcionales de oveja y de cabra. Productos con DOP y ganadores en los múltiples certámenes donde concursan.
Quesos de oveja merina cuya leche se cuaja al modo tradicional con los pistilos del cardo silvestre conocido como «yerbacuajo» y que se ofrecen el mercado como tiernos («camperos»), semicurados y curados.
Por cierto, ¿saben también que en la montaña de León hay una raza de merinas, con nomadismo a Extremadura, que llaman HIDALGAS? Lógicamente, los machos serán FIDALGOS, digo yo.
Para agradecer a mis amigos monterrubianos su aluvión de felicitaciones por mi libro, les ofrezco una receta inspirada de la que en su día inventó el restaurante CASA COLO, en CECEDA (Nava-Asturias) y acomodada a los productos DOP de LA SERENA.
Compren unos buenos filetes de jamón fresco de cerdo ibérico, aplástenlos un poco para que resulten finos y salpiméntenlos al gusto.
Extiendan sobre cada uno una loncha fina de queso campero (o, si lo desean, de «crema» o «torta de La Serena) y sobre ella dispongan una loncha de jamón curado y un poco entreverado con tocino. Aplasten con la mano para que «unan bien» entre sí y no se «despeguen».
Pasen cada pieza por huevo batido y pan rallado y frían, según su gusto de fritura, en aceite de oliva DOP MONTERRUBIO DE LA SERENA.
Emplaten y sirvan acompañados de una ensalada al gusto y, si les apetece, también con patatas fritas.
¡Oigan! ¿Y qué tal para beber un VINO DE PITARRA, tirando a fresco?
¿Y de postre unas CEREZAS DEL JERTE, en estos días en plena recolección?
GRACIAS, MUCHAS GRACIAS, amigos monterrubianos.