POR DOMINGO QUIJADA GONZÁLEZ, CRONISTA OFICIAL DE NAVALMORAL DE LA MATA (CÁCERES)

Acaba de terminar el 2013 que, meteorológicamente hablando, se comportó con las habituales irregularidades meteorológicas propias de cualquier lugar.

Pero, detallándolo más, en el apartado térmico fue algo más fresco de lo que suele ser habitual (18´5º de media, frente a los 18´9º de los últimos 36 años; con ocho de sus doce meses con temperaturas inferiores a las medias), pero con diversas anomalías térmicas y cambios bruscos (algo a lo que ya estamos acostumbrados). También hubo más días de helada de lo usual.

Respecto a las Precipitaciones, fue un año húmedo en su conjunto, pero muy variable. Globalmente, recogimos 797´3 litros por metro cuadrado (siendo la media de 644´6 litros); pero, según decíamos, con lluvias mal distribuidas: el 54´4 % anual cayó en sólo dos meses (Marzo, con una cifra jamás conocida, 290´5 litros en ese mes; y Octubre). También registramos más días de lluvia de lo “normal”.

Así pues, una vez más –con sus lógicos altibajos– se cumplió lo que desde hace 36 años llevamos registrando, analizando y publicando; ya sea a través de la información diaria o mediática, en ediciones locales o foráneas (la última en la “Revista de Estudios Extremeños”, Año 2012, Tomo LXVIII, Número III) o en la edición digital de la misma: http://www.dip-badajoz.es/cultura/ceex/index.php?cont=reex. Que, en pocas líneas –porque no disponemos de más ni deseamos cansarles…–, podríamos sintetizar aseverando que, al menos en Navalmoral y comarca (aunque también lo hemos comprobado en otros espacios rurales o semiurbanos, básicamente del interior de España), no apreciamos síntomas destacables del tan mediático y supuesto incremento térmico: aquí, en los últimos 36 años, la temperatura media sólo ascendió 0´04º (lo que se traduce en el argot matemático que, a este ritmo, se necesitan 900 años para que la temperatura media suba un grado…). Lo que SÍ observamos reiteradamente es el incremento de las anomalías, y cada vez con mayor intensidad.

Y eso que publicamos entonces continúa reiterándose, a tenor de los datos posteriores y actuales, según decíamos antes.

Con estas afirmaciones mías, ni pretendo contrariar a los calentólogos (o defensores acérrimos del calentamiento del planeta debido a la acción humana, que en parte tienen razón pero que en demasiadas ocasiones se pasan por múltiples causas, incluyendo las políticas y económicas…), ni apoyar incondicionalmente al otro bando, al de los escépticos (tan integristas como los anteriores y que, como ellos, tienen parte de razón pero a veces niegan lo innegable).

El clima en la Tierra cambia con y sin intervención humana. El cambio climático existe y ha existido siempre, con sus diferentes etapas de enfriamiento (glaciaciones) y calentamiento (períodos interglaciares, en uno de los cuales –el denominado Holoceno Flandriense– nos hallamos en los últimos 10.000 años); bien por la influencia humana, erupciones volcánicas, impactos de grandes meteoritos, manchas solares o simplemente porque el eje de rotación de la Tierra no es uniforme. Y dentro de estas grandes fases, jamás ha existido continuidad absoluta, sino que se intercalan ciclos o períodos más cálidos (como los primeros cuarenta años del siglo XX o algunos de los años noventa) con otros más fríos (caso de la Edad Media o entre 1940 y 1980, fase esta última con una gran actividad industrial…), etapas más húmedas con otras más áridas. Sin contar la dispersión geográfica, pues esos cambios varían constantemente de unas zonas a otras.

Pero, de ahí a pronosticar –como algunos osados se atreven a manifestar y muchos ingenuos llegan a creer– el exagerado incremento térmico que sufriremos en los próximos años, hay un abismo.

En estos momentos, y a pesar de los avances técnicos, la ciencia es incapaz de predecir con fiabilidad cómo será el tiempo meteorológico dentro de dos o tres meses (la propia Agencia Estatal de Meteorología no duda en recordarlo constantemente). Y, sin embargo, algunos atrevidos nos dicen lo que va a pasar dentro de 50, 100 o más años…

Que cada cual extraiga sus conclusiones. Yo, ahora tengo que ir a la Estación a seguir anotando y analizando los datos, para luego contárselo…

Que tengan un buen 2014, incluyendo el apartado meteorológico.