POR FRANCISCO SALA ANIORTE, CRONISTA OFICIAL DE TORREVIEJA (ALICANTE).
Hubo un pasado en que Torrevieja dispuso de muchos hoteles y alojamientos con encanto situados en lugares incomparables y en el casco antiguo de nuestro pueblo con increíbles y antiguas tradiciones. Eran edificios que destacaban por su arquitectura, con excelente calidad y un servicio exclusivo y esmerado en todos los detalles. Hagamos un recorrido por nuestra historia…
Si nos situamos a principios del siglo XIX, cuando el entramado urbano de Torrevieja comenzaba a formarse, la calle ejercía en una misión de singular importancia por cuanto era lugar de reunión de vecinos y forasteros. En pequeñas tertulias y grupos se comentaban los sucesos del día, las acciones guerreras de la guerra contra los franceses –no siempre favorables- y los discursos y disposiciones de las Cortes de Cádiz. También había en entonces llamado Lugar Nuevo una taberna y una fonda, deduciendo que las tertulias y corrillos debían de durar hasta bien entrada la tarde, en invierno, y hasta muy de noche y madrugada en verano. La única fonda de Torrevieja, al igual que en otras poblaciones portuarias, albergó a numerosos refugiados y fue centro de reunión de comerciantes forasteros. Era pequeña, y estaba en manos de un genovés llamado Ascereto.
El viajero inglés Samuel Edward Cook, que visitó Torrevieja en 1829, a los pocos días de acaecer el terremoto que asoló a la Vaga Baja, escribió el estado ruinoso en que había quedado Torrevieja y donde pasó su primera noche: “Yo dormí en una cabaña en el sitio que representaba la posada, donde me pusieron una cama limpia tendida en el suelo. Las delgadas vigas estaban amarradas con cuerdas a las paredes para evitar accidentes, y la gente, cuyo cariño y atención nada podía sobrepujar, se aseguró que nada tenía que temer si algún sacudimiento ocurría durante la noche”.
Muy antigua era la ‘Posada Fernández’, también conocida como la del mellizo, propiedad de José Fernández Díazy Nicolasa Lavasor Aguirre, en la calle Clemente Gosálvez, esquina con la plaza de Capdepón -actual plaza Miguel Hernández-, siempre llena de agentes comerciales y carreteros, muy especialmente de gentes que acudían a vender al mercado o a la estiva de los productos de importación que llegaban a la bahía de Torrevieja. A su cierre, en su solar fue construido en su solar el ‘Teatro Nuevo Cinema’ hoy convertido en ‘Teatro Municipal’.
En 1879, se sabe de la existencia de las casas de huéspedes de Vicente Galiana, Concepción Hernández, Jaime Prieto, Dolores Sánchez y Eduardo Tusso; y las podadas de José Gil Almela, Manuel Torregrosa, y la de Antonio Mirete que pasó a llamarse ‘Fonda de Europa. Esta última estaba en la calle Quiroga, que hoy es calle Ramón Gallud, esquina con la calle Patricio Pérez, en 1883 regentada por sus dueños Fulgencio Zammit y José Antonio Mirete. Era, según rezaba en su publicidad, un antiguo establecimiento, “concluido y notablemente mejorado, con todas las condiciones que se pueden exigir, a sus favorecedores y al público en general; cuentan con el despacho central a la estación a Balsicas, Orihuela y Murcia, y al mismo tiempo ofrece un espacioso local para los carruajes particulares”. En 1887 pasó a estar regida por el señor Izquierdo, llamando su atención por la esmerada limpieza de las camas y habitaciones frescas y hermosas, y sobre todo por el delicado y puntual servicio de las mesas pudiéndose comer los mejores condimentados y sabrosos guisos. En 1921, al cierre de la ‘Posada Fernández’, José Fernández Díaz y Nicolasa Lavasor Aguirre pasaron hacerse cargo de la ‘Fonda de Europa’, sucediéndole su hija Nicolasa y su esposo Juan Giménez. Disponía el establecimiento, además de hospedaje en amplias habitaciones, de una carta de suculentas comidas, con especialidad en paella valenciana y arroz a la marinera, pasando a llamarse ‘Pensión Fernández’: continuó más tarde en el negocio Juan Giménez Fernándezy su hermana Concepción, junto con su marido Agustín Esquiva Muñoz. En una de sus estancias estuvo instalado el despacho de ventas de billetes para la línea de Autobuses Alicante-Cartagena. El 28 de junio de 1959, fue reabierta la ‘Pensión Fernández’ en un local de nueva planta con treinta habitaciones y una moderna instalación de agua corriente; por tal acontecimiento se celebró en gran baile en su “Terraza Parrilla” -con vistas el mar- amenizado por la orquesta ‘Skanie Club’. En sus últimos años paso a llevar la dirección del establecimiento Agustín Esquiva Giménez, que continuó regentando la pensión hasta finales del siglo XX.
En otro de los hospedajes en Torrevieja fue el ‘Hotel Aragonés’; los viajeros encontraban allí comodidad y confort. Estuvo ubicado en un principio la calle Mariana Pineda -actual calle Fotógrafos Darblade- número 24. En el año 1883, aparece publicado en la prensa un anuncio dirigido a los bañistas: “El dueño de este establecimiento tiene el gusto de ofrecer a los señores que gusten favorecerle, un esmerado servicio, curiosidad y economía en los precios. También se sirven comidas fuera del Hospedaje”. En 1911, se anunciaba como ‘Hotel Aragonés’, de Antonio Serrano: “El más antiguo y en el que encontrarán los señores viajeros comodidad confort y carruajes a todos los trenes”. A comienzos de los años veinte del pasado siglo Serrano levantó una nueva posada en la calle Orihuela, entre las calles Quiroga -ahora Ramón Gallud- y Caballero de Rodas, publicitándose en el año 1921 como la ‘Posada Nueva’ de Antonio Serrano, con hospedajes, habitaciones, carruajes a todos los trenes, disponiendo también de servicio de alquiler de casas.
También, a la altura de la calle del Cariño hubo otra posada, la del tío Quico, y en la calle de Orihuela, además de la ‘Posada Nueva de Serrano’, la ‘Posada de San Antonio, conocida como la de Doloretes; aunque la posada de siempre la de mayor renombre y que a día de hoy todavía se sostiene en pie su edificación fue la posada del tío Parejo, conocida por ‘Hotel Gómez’ de la que os comentaré detalles en una próxima entrega.
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