POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
La Iglesia Católica destina el 19 de marzo para celebrar la festividad de San José, esposo de la Virgen María y padre de adopción de Jesús.
Pues, verán ustedes, érase una vez un predicador muy afamado por sus sermones acerca de la confesión y del sacramento de la Penitencia. Y el día de San José, en un pueblo asturiano, el párroco le pidió, al fallarle el predicador invitado, que dijera él la homilía. Como no había preparado la «prédica» la orientó así:
«Hermanos y fieles de esta parroquia: Celebramos hoy la fiesta de vuestro patrono San José. Un santo «del silencio», del que apenas figura en la Sagrada Escritura; un santo humilde, trabajador, amante de su familia. San José, así se dice, era CARPINTERO y si viviera hoy seguramente haría CONFESIONARIOS para nuestras iglesias.
¡Qué Sacramente tan importante para el católico es la CONFESIÓN !
Hablemos de ella…
Y… ¡problema resuelto!
¿Fue San José realmente CARPINTERO?
Nadie lo sabe porque nadie contó nada al respecto.
San Gilario (año 367), San Beda (735) y San Anselmo (1109) lo encuadran como herrero y herrador; San Agustín (430) dice que era albañil y Fray Gerónimo de la Madre de Dios (1597), siguiendo el criterio de San Ambrosio, llega a esta conclusión ecléctica: «San Joseph supo muy bien y con mucho primor el arte del herrero y también la del carpintero y cualquier otro arte mecánico porque era industrioso e ingenioso sobremanera».
¡Acabáramos! El bueno y callado de San José era lo que los latinos llamaban FABER, un artesano.
En Colunga, que tenemos respuesta para todo, es lo que llamamos UN CURIOSU, un hábil, uno que (vale pa tou porque tou se-i da bien).
¿Y de dónde viene lo de carpintero?
La culpa de ello la tienen los pintores de temas religiosos como los españoles Murillo, Ribera, Pacheco, Valdés Leal… Es que resultaba muy entrañable representar una casa humilde con herramientas de carpintería, y en ella San José trabajando la madera, María cosiendo o tejiendo, el Niño Jesús ayudando o jugando con las virutas caídas en el suelo…
¿Virutas? ¡No, hombre, no!
FORGAXES, las llamamos en Asturias y por supuesto en Colunga.
¿Saben ustedes?
Una de las dulceríaa tradicionales de esta festividad son las denominada VIRUTAS DE SAN JOSÉ y que nosotros, por el aquel de lo asturiano, las llamaremos FORGAXES DE SAN XOSÉ.
Esta es la receta:
En un cuenco grande mezclen 300 g de mantequilla reblandecida con 300 g de azúcar y trabajen bien la mezcla hasta tener una crema; añadan 300 g de harina, dos huevos y un poco de esencia de vainilla Amasen bien hasta tener una masa ligera, compacta y moldeable.
Extiendan la masa a modo de lámina y en ella corten tiras largas y más bien estrechas que deben enrollar en espiral alrededor de una caña.
Hornéenlas a horno medio-fuerte hasta que doren; retírenlas y ya frías sepárenlas de las cañas y espolvoreen con azúcar glas.
Si lo desean, en vez del horneado, pueden optar por la fritura. En este caso utilicen tres huevos en vez de dos.