EL CRONISTA OFICIAL DE LAS BROZAS, FRANCISCO RIVERO, ESCRIBE SOBRE EL BALNEARIO DE ALANGE EN LA REVISTA “APETEX” DEL MES DE AGOSTO, BOLETÍN DE LA ASOCIACIÓN DE PERIODISTAS Y ESCRITORES DE TURISMO DE EXTREMADURA
Alange era conocido en tiempos romanos por sus aguas salutíferas, conservándose aún sus termas redondas. Un privilegio para algunos. el poder bañarse donde lo hicieron sus descubridores Desde hace años la familia Fernández –Chiralt cuida y mima este centro de salud y difunde sus indicaciones.
Lo que más llama la atención es que además de cuidar el ambiente tranquilo del lugar, posee un agua excepcional en Europa, ya que al surgir en capas profundas de la tierra, a una temperatura de 28 grados, se enriquece con la radiación alfa del radón 222, especialmente indicado para el sistema nervioso. El agua fue declarada de utilidad pública en 1869 y desde entonces ha cuidado a miles y miles de enfermos.
Un dato curioso: Fue tanto el interés de Madrid por esta agua que la entonces Diputación provincial tenía acciones en el capital social de la empresa.
Y copio literalmente del prospecto publicitario las indicaciones médicas para la que se prescriben: Afecciones del sistema nervioso, del aparato locomotor, del respiratorio, disrreacciones alérgicas, alteraciones del aparato circulatorio, ginegopatía y apoyo al tratamiento deportivo. Para completar el programa, el balneario está asociado al Festival del Teatro Clásico de Mérida y así el viajero puede realizar dos actividades en las mismas jornadas de descanso: Turismo de salud y turismo cultural. Por estas fechas de agosto hay una oferta especial que se publicita en la página web del balneario.
La familia Fernández Chiralt acaba de inaugurar un nuevo complejo hotelero, anexo al balneario. Se trata del Gran Hotel Aqualange, un establecimiento que ha sido diseñado siguiendo los modelos de los hoteles balnearios del siglo XIX en Europa, al mismo tiempo que combina con el diseño y decoración del siglo XXI. Se comunica con las termas por un magnífico paseo de hortensias, que rezuma calma y tranquilidad. Pasando la calle está el hotel Varinia Serena, el nombre de la joven romana a la que su padre dedicó una lápida mortuoria encontrada en Alange.
La tranquilitas es uno de los cuatro lemas que tiene actualmente este balneario, por la gran calma que se respira allí, a los que hay que añadir: Aqva, salvs y traditio, siguiendo la terminología latina. El agua es el protagonista, la salud es lo que se busca y la tradición se mantiene, pues desde el siglo III en que se construyeron dos termas romanas, hoy monumento nacional.