FRANZ WELSER-MÖST DIRIGIÓ EL ‘CONCIERTO DE AÑO NUEVO’ EN VIENA
Ene 02 2023

POR JOAQUÍN MUÑOZ CORONEL, CRONISTA OFICIAL DE CORRAL DE CALATRAVA Y POZUELO DE CALATRAVA (CIUDAD REAL)

Ciertamente, el Concierto de Año Nuevo, convierte a Viena cada uno de enero, en el centro del mundo. Pero este año llegó sin sorpresas, con escasa empatía y libre de pasión y emociones. Así podemos calificar al Concierto de Año Nuevo en Viena/2023. Y ello, gracias al director Franz Welser-Möst (1960, director de la Orquesta de Cleveland), austriaco de nacimiento y esposo de Angelika Welser-Möst, una señora que forma parte de los patrocinadores de la Wiener Philharmoniker. Un Franz que se nos ha mostrado en un papel de rector puramente mecanicista, y que no pasará a la historia de tan mediática celebración musical del comienzo de cada año. Acaso ser austríaco de nacimiento, y esposo de Angelika Welser-Most (vinculada como hemos dicho a la Philharmoniker, y por quien eligió la tercera pieza de la II Parte, Polca Angelica, polca francesa de Josef Strauss), debía tener alguna ventaja…

Motivos estos dos, tal vez suficientes para haber empujado a Welser-Möst a dirigir a esta primerísima orquesta por tercera vez, tras emplear su batuta con anterioridad en las ediciones de 2011 y 2013. Y rescatando del olvido la mayor parte de las piezas, ya que, de 15, 14 no habían sido interpretadas nunca antes aquí. Así, un año más, desde Viena se nos ha ofrecido a partir de las 11,15 de la mañana, en una conexión mundial servida por la ORF (Radiotelevisión de Austria), y cuya conexión vía Eurovisión terminó a las 13.37 horas.

¿Del Concierto? ¡Qué quieren que les diga! Welser-Möst nos parece un músico soso y mecanicista, exento de brillantez en su modus operandi, e incapaz de levantar pasiones ni de aportar sorpresas. Lo que hace, lo hace bien, pero deberíamos poder pedirle algo más. La larguísima trayectoria de la Filarmónica de Viena en un marco como el Musikverein, se lo merece. Continuando la venturosa tradición iniciada en 1939, cuando comenzó en tiempos modernos ese encuentro en la cumbre, que ha seguido un camino fecundo conducido hasta hoy por las batutas más famosas y competentes del mundo.

En 2022 correspondió tal honor a Daniel Barenboim, que dirigió también por tercera vez, la mediática cita de la capital austriaca. Un honor del que también han gozado Harnoncourt, Muti, Dudamel, Nelsons, Maazel, Mehta, Thielemann… Este último volverá a esgrimir la batuta en la edición de 2024, con lo cual llegaremos a otro año sin mujeres directoras del Concierto, y también sin ningún nombre español. Aunque algún nombre de alcance internacional, sí que tenemos…

La batuta que se ha elegido en esta oportunidad para presidir el concierto, ya ha participado en dos ocasiones anteriores y es asidua colaboradora desde hace tiempo de las huestes vienesas. Se trata de Franz Welser-Möst, nacido en Linz hace 62 años. No es un director que apasione, pero sabe hacer las cosas con tino y elegancia. No muestra en el podio excesiva donosura, y es más bien soso y algo frío.

UNA GRAN TRADICIÓN

Desde Viena, el crítico musical Arturo Reverter, califica a Welser-Möst como “un director seguro, eficiente, conocedor, correcto en lo rítmico, solvente en lo dinámico, claro, preciso, musical en planos y acentos y, en contrapartida, un tanto impávido, estatuario y relativamente expresivo. La suya es una batuta exacta, flexible, aunque sin elongaciones, retenciones excesivas, fraseos amplios. Sus concepciones son modernas y su estilo parece apartarse de la gran tradición”.

Para el crítico musical gallego, Franz Welser-Möst es, en todo caso, un músico solvente, que tiende a la objetividad y al matiz fino, que a veces puede confundirse con cierta asepsia. Le falta, por ejemplo, “la fachenda de Prêtre, el humorismo de Boskovsky, la sabiduría en el ritardando de Maazel y la elegancia y sensualidad de Kleiber, por citar sólo algunos ejemplos”. No obstante, el sonido y la maniera de la Filarmónica de Viena, se entienden muy bien con el compatriota austriaco.

NOVEDADES CONCIERTO/2023

En cuanto a su difusión en España, Martín Llade para TVE, Pablo L. Rodríguez para El Pais, y Benjamín G. Rosado para El Mundo, aportan amplia información, como grandes conocedores que son del magno Concierto. El Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena es uno de los eventos más importantes a nivel global. Este 2023 se celebra la 83ª edición en la ‘Gran Sala Dorada’ del Musikverein en la capital austriaca. Por tercera vez, este domingo Franz Welser-Möst tomó la batuta para dirigir el Concierto.

Y estamos ante el concierto de Año Nuevo con más música de Josef Strauss de la historia, pero también ante el programa más cargado de novedades musicales. 14 de las 15 composiciones del programa (sin contar las propinas) no se han escuchado nunca en el Concierto de Año Nuevo. En realidad, la polca francesa Ánimo alegre, de Josef Strauss, sonó sin coro, desde 1948, en que la introdujo Clemens Krauss, y por última vez, en 1984, con Lorin Maazel. La excepción es el vals Acuarelas, que ha sido habitual en la cita musical desde 1946, con Josef Krips, y se escuchó por última vez, en 2002, con Seiji Ozawa.

En el programa, según marca la tradición, la música pertenece en su mayor parte a la familia Strauss: Johann Strauss padre, sus hijos Johann II, Josef y Eduard, y el hijo de éste, Johann Strauss III. Aunque también se sumaron piezas de autores austriacos de la época, como Josef Hellmesberger, Franz von Suppè y Carl Michael Ziehrer.

Por primera vez en la historia, actuó en el Concierto de Año Nuevo el Coro de Niñas junto con el Coro de Niños Cantores de Viena, que ya participó en 2012 y 2016. Los 30 niños y las 10 niñas cantaron juntos la polca ‘Espíritus Alegres’, de Josef Strauss. Y recordemos que Los Niños Cantores de Viena es uno de los coros infantiles más antiguos del mundo, cuenta con un centenar de voces, y fue fundado por el emperador Maximiliano I en 1498.

Otra de las novedades más destacadas de 2023 es que, por primera vez, se han producido tres actuaciones de la mano del Ballet Estatal de la Ópera de Viena. Que está considerado como una de las mejores compañías de ballet a nivel global.

PROGRAMA DEL CONCIERTO

Según se explicaba en la web de Tourist-Info Viena, “Se trata de un programa que cuenta con composiciones de la dinastía de Strauss y sus contemporáneos. Y es capaz por sí mismo, de imprimir un vigoroso empuje que nos adentre en este aún joven año. Resonará la música más vienesa jamás escrita, desde el vals hasta la polca, interpretada con artístico esmero”.

El Concierto de Año Nuevo de Viena comenzó a las 11:15 horas de esta mañana y, tras un descanso de 25 minutos, se reanudaría a las 12:15 horas con la segunda parte. En una transmisión que se cerraba a las 13:37 horas, tras la interpretación de la ‘Marcha Radetzky’, de Johan Strauss padre. Y que ha podido seguirse en directo a través de TV1, RNE y Radio Clásica.

PARTE I

  • Eduard Strauss: Wer tanzt mit? (¿Quién baila conmigo?) Polca rápida, op. 251
  • Josef Strauss: Heldengedichte. (Poemas heroicos) Vals, op. 87
  • Johann Strauss II.: Zigeunerbaron-Quadrille (El barón gitano) op. 422
  • Carl Michael Ziehrer: In lauschiger Nacht.  (En la quietud de la noche) Vals, op. 488
  • Johann Strauss II: Frisch heran! Polca rápida, op. 386

PARTE II

  • Franz von Suppè: obertura de la opereta «Isabella»
  • Josef Strauss: Perlen der Liebe. (Perlas de amor) Vals, op. 39
  • Josef Strauss: Angelica-Polka. Polca francesa, op. 123
  • Eduard Strauss: Auf und davon. (Arriba y adelante) Polca rápida, op. 73
  • Josef Strauss: Heiterer Muth. (Espíritu alegre) Polca francesa, op. 281
  • Josef Strauss: For ever. Polca rápida, op. 193
  • Josef Strauss: Zeisserln. Vals, op. 114
  • Josef Hellmesberger (hijo): Glocken-Polka (Polca de campanas) y Galope del Ballett Excelsior
  • Josef Strauss: Allegro fantastique. Fantasía Sinfónica, anexo 26b
  • Josef Strauss: Aquarellen. Vals, op. 258

EXPOSICIÓN Y ABADÍA

El concierto tiene dos partes, con un intervalo de 25 minutos donde se emite un breve documental, sobre los tesoros culturales y naturales de Austria. Se realiza en un formato que no precisa de intervenciones habladas, al estar pensado para su emisión en muchos países. En esta ocasión, un documental dedicado a conmemorar el 150º aniversario de la Exposición Universal de Viena. La filmación parte del Musikverein y cuenta con el propio Welser-Möst como protagonista junto a varios conjuntos de músicos de la Filarmónica de Viena. Se resucitan varios escenarios históricos por medio de animaciones, como la famosa Rotunde, el edificio ubicado en el Prater con la cúpula más grande del mundo, desaparecida en un incendio sesenta años después.

Igualmente hemos podido ver escenas pregrabadas de ballet, protagonizadas por los solistas del Ballet de la Ópera Estatal de Viena, que cuentan con el coreógrafo invitado británico Ashley Page, que vuelve nueve años después. Y su compatriota Emma Ryott repite, tras 2020, como diseñadora del vestuario. Los bailarines actúan en tres piezas durante la segunda parte del concierto. Cuatro parejas en el vals Perlas de amor, de Josef Strauss, en el palacio de estilo rococó de Laxenburg, (residencia desde 1306 de los Habsburgo al sur de Viena, y donde vivieron de recién casados Francisco José I y Sisi).

En la polca rápida Muy lejos de aquí, de Eduard Strauss, nos trasladamos al pabellón del jardín de la Abadía de Melk en la Baja Austria (siglo XI, en la orilla derecha del Danubio, con edificio barroco Patrimonio Mundial de la Unesco), para ver a una pareja contar historias sobre una elegante mariposa con toques humorísticos. Y el famoso Junto al bello Danubio azul, de Johann hijo, se filmó en el interior de la referida abadía benedictina, con cinco parejas de baile.

HISTORIA DEL CONCIERTO

El concierto tuvo lugar por primera vez el 31 de diciembre de 1939 (con un ensayo público el día anterior), como «concierto extraordinario» (Außerordentliches Konzert). Su celebración estuvo promovida por el entonces ministro de Ilustración Pública y Propaganda de Alemania, Joseph Goebbels, ya que Austria había sido anexionada. Concebido como un homenaje de las provincias orientales al Estado alemán, el concierto fue dirigido por Clemens Krauss, sólo se interpretaron obras de Johann Strauss (hijo), y concluyó con la obertura de Die Fledermaus.

El siguiente concierto se celebró el 1 de enero de 1941, recibiendo ya el título de «Concierto de Año Nuevo», que siguió dirigiendo Krauss cada año hasta su muerte, salvo dos años en los que cedió la batuta a Josef Krips. A partir de 1954, la dirección la asumió el primer violín de la orquesta, Willi Boskovsky, que se mantuvo en el puesto durante 24 años, y que en 1958 introdujo la tradición de acabar el concierto con El Danubio Azul y la Marcha Radetzky. En 1979 tomó su lugar el entonces director de la Ópera Estatal de Viena, Lorin Maazel, estadounidense de origen francés que dirigió el concierto en 11 ocasiones.

A partir de 1987, cuando la orquesta concedió el honor de dirigir el concierto al austriaco Herbert von Karajan, se decidió que cada año dirigiera el concierto un director invitado distinto. En 1991, por primera vez en la historia del Neujahrskonzert, se tocó una obra de Mozart: la obertura de Las bodas de Fígaro, como homenaje al compositor al conmemorarse ese año el bicentenario de su fallecimiento. Del mismo modo, en 2013, bicentenario del nacimiento de Wagner y Verdi, se interpretaron obras de ambos compositores.

El «Concierto de San Silvestre» (Sylvesterkonzert), con el mismo programa del de Año Nuevo, se celebra desde el 31 de diciembre de 1952, y el ensayo general, o «preaudición» (Voraufführung), desde el 30 de diciembre de 1962, entonces como un concierto privado para miembros de las Fuerzas Armadas de Austria, y desde 1998 con parte del aforo a la venta para el público.

Y otro dato curioso: entre 1980 y 2013 las flores que decoraron la sala de conciertos del Musikverein fueron un regalo anual de la ciudad de San Remo (Liguria, Italia). Ya en 2014 las flores fueron aportadas por la propia Filarmónica de Viena, y desde 2015 la composición se realiza por floristas austriacos en colaboración con Parques y Jardines de Viena Wiener Stadtgärten. Este año 2023, en los colores de las 30.000 flores (anturios, claveles, rosas y orquídeas) predominan el rosa pálido, naranja y verde claro.

UN CONCIERTO MEDIÁTICO…

Se trata, sin duda, de uno de los acontecimientos más mediáticos del mundo, que cada año concita en la Sala Dorada del Musikverein, literalmente ‘Club de Música’, a más de 2000 personas (1744 asientos y 300 plazas de pie), aunque el número de espectadores se eleva a varias decenas de millones más por televisión, y también los oyentes a través de 40 emisoras de radio. Pocos acontecimientos -tan poco trascendentes como un concierto- llegan potencialmente a la vista y el oído de tantas personas en el mundo.

Y lo hace desde el edificio de la Gesellschaft der Musikfreunde (Sociedad de Amigos de la Música) que ostenta su propiedad, y que se construyó en 1870 sobre terrenos donados por el emperador Francisco José I, bajo proyecto del arquitecto danés Theophil Hansen inspirado en el clasicismo griego. Sin embargo, la ‘Sala Dorada’ no es la única existente en el Musikverein, ya que cuenta con otras cinco más pequeñas, con capacidad para 70, 80, 126, 380 y 600 espectadores. Pero está demostrado que la ‘Sala Dorada’ posee una de las de mejores condiciones acústicas del mundo, gracias a su forma rectangular (48 x 19 x 18 metros de largo, ancho y alto), al recubrimiento de madera, al hueco bajo el suelo que actúa como caja de resonancia, y al falso techo, igualmente de madera y colgado del forjado.

FUENTE: https://www.lanzadigital.com/cultura/franz-welser-most-dirigio-por-tercera-vez-el-concierto-de-ano-nuevo-en-viena/#ringtone/gallery/post_img_gallery/1

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