POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Odilón, abad y taumaturgo, instituyó el día de Fieles Difuntos en los monasterios de Cluny y la exportó por Occidente.
Se fundamenta, me dice el padre Nicolás Anguera, en que, al abandonar el cuerpo, las almas no están purificadas bastante, no han expiado sus pecados y, privadas aun de Luz mayúscula, necesitan que los vivos las ayudemos a salir de ese purgatorio a base de plegarias y flores a porfía.
Si algún ciudadano desea la muerte para liberarse de sus miserias, obligaciones y achaques físicos y psíquicos, ya sea por la crisis interminable, ya por la edad, por la indignidad o el aburrimiento, entérese de que todavía “viviremos” una temporadina en cuarentena, con los arcángeles vigilando la alambrada del río del Olvido.
¿Cuánto cuesta que pasen nuestros seres queridos al lado de la Luz? La docena de crisantemos de flor grande está a 19,95 euros; la de rosas rojas, con paniculata, a 58,60 euros…
Fuente: https://www.lne.es/blogs/la-mar-de-oviedo/fronteras-para-difuntos.html