POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
Ulea siempre ha sido aficionada a festejar los eventos importantes, mediante el lanzamiento de “Castillos de Fuegos Artificiales”. Como consecuencia, en todas las fiestas señaladas, el Ayuntamiento libraba un presupuesto económico, para contratar a algún pirotécnico de prestigio, de la región, tales como “los Mateo”, Los Cañete” o “los Palazón”, con el fin de que los festeros uleanos disfrutaran con el lanzamiento al espacio, del arsenal pirotécnico; en las noches festivas. También se les encargaba, a dichos polvoristas, cuando se celebraba algún evento familiar de resonancia.
Así sucedió cuando, habiendo sido dado por muerto, en la guerra de África, Genaro Cascales “El Pitillo”, apareció en Ulea, cuando su novia Lola Torrecillas, le guardaba riguroso luto y le habían rezado el novenario de difuntos. Con una tronada de fuegos artificiales fue recibido en Ulea, como agasajo al aguerrido soldado, según manifestación del diario murciano “La Verdad” del día 11 de diciembre del año 1983, sobre una información del “Mundo Gráfico”, del año 1926.
Algún uleano célebre, cómo Gumersindo Martínez (El Misino), hacían promesa de costear el importe de dicho festejo pirotécnico, en agradecimiento a nuestro patrón San Bartolomé y la Santísima Cruz, tal como indica el diario La Verdad de Murcia del día 24 de agosto de 1950, al costear los gastos de dicho castillo de fuegos artificiales, de los afamados pirotécnicos santomeranos, “Los Hermanos Mateo”.
Ulea, que era muy aficionada a estos fastos, se veía muy limitada, dados sus escasos recursos económicos; ya que estos festejos eran muy costosos. Sin embargo, cuando los regidores de Murcia pedían a sus alcaldes que se sumaran a algún evento venturoso, siempre acudían, aunque les costara un gran esfuerzo recaudar el importe de sus gastos. Así ocurrió cuando, en el mes de mayo del año 1765, vino a Murcia la Princesa de Asturias. El Regidor capitalino, exhortó a los alcaldes de los municipios por donde pasara el Cortejo Real, a que hicieran una manifestación de regocijo al paso de dicho cortejo por los términos de su municipio.
Por tal motivo, a su paso por el “Puente del Tinajón”. El regidor de Ulea, ordenó lanzar un castillo de fuegos artificiales de grandes proporciones. Tan brillante fue qué,”el Sequito Real” de la Princesa de Asturias, se detuvo a disfrutar de la luz y colorido con que le habían dispensado a su paso por Ulea.
A continuación prosiguieron su viaje hacia Cartagena; lugar de destino. Como era de esperar, la Corporación Municipal de Ulea, recibió los plácemes de los regidores de Murcia y Cartagena.