POR JUAN CUÉLLAR, CRONISTA OFICIAL DE FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
Con un gran éxito de organización y participación se han clausurado las jornadas culturales que, coincidiendo con las fiestas de su patrón, la Asociación Cultural San Mamés de Fuentepiñel ha ofrecido no solo a sus socios, sino a todos los vecinos del pueblo. El programa de actividades culturales, deportivas y recreativas, que se ha desarrollado entre los días 13 y 20 de agosto, ha sido variado y entretenido.
A la ya tradicional paellada popular y a las actividades de senderismo, excursión, piragüismo, talleres, manualidades y campeonatos infantiles, se han sumado este año el cine de verano, la cata de cerveza, deportes populares y la competición de pádel.
El día 20, la localidad rindió un homenaje a Camilo José Cela, en el centenario de su nacimiento, por las páginas dedicadas a Fuentepiñel en su libro ‘Judíos, moros y cristianos’. El acto consistió en la colocación de una placa alusiva en la fachada de la casa en la que se cree que durmió el escritor, pues al utilizar nombres ficticios, al haber transcurrido unos setenta años de su estancia en el pueblo y al ser entonces «un simple vagabundo» –como él mismo se definía– que iba tomando notas con las que dio forma al libro algunos años después, es difícil deducirlo con exactitud. Pero en realidad, tampoco es tan importante si se tiene en cuenta que el fin último del acto era reconocer a Cela el regalo de haber situado a Fuentepiñel en el mapa de la literatura universal de un premio Nobel.
Un grupo de jóvenes del pueblo (Marina, Lidia, Jorge, Asier, Sergio y Pablo) leyeron y representaron las páginas que el escritor gallego dedicó a la localidad. La placa fue descubierta por el cantautor y folclorista Ismael Peña, investigador de la cultura popular. A continuación, Ismael ofreció un espléndido recital, en el que, además de la guitarra, la pandereta, la zanfona o el dulcimer, compuso música con la más variada gama de instrumentos del campo, como la hoz, las tijeras de esquilar, las changarras y cencerros, el almirez o los huesos (arrabel). A sus ochenta años, Ismael conserva una voz solemne y cautivadora, y con ella supo embelesar a un auditorio que aplaudió una y otra vez, incluso interrumpiendo sus canciones. También intervino el joven dulzainero de Fuentesaúco Óscar Pajares con dos interpretaciones.
Al finalizar el recital también se le rindió a Ismael un merecido homenaje, haciéndole entrega de una placa conmemorativa que recogió de manos del alcalde, Jorge Barrio, y del presidente de la Asociación, Ismael Asenjo.
Fuente: http://www.elnortedecastilla.es/