POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Érase una vez un ministro, ineficaz y petulante, que al llegar a su despacho ministerial reprendió a un ujier -años de «asiento y de experiencia»- porque vestía con cierto desaliño (cuello de la camisa abierto, corbata un tanto ladeada, cigarrillo mal colocado en el cenicero de su mesita…).
El buen hombre «aguantó el chaparrón» con cierta ironía y en silencio.
Terminada la reprimenda le dijo un compañero: «¡Vaya pasada que te metió el ministro! ¿Qué vas a hacer?»
Respondió el aludido:
.- «Qué quieres que te diga ? Yo soy un FUNCIONARIO y no atiendo comentarios de un INTERINO».
Ahí tienen una foto-recuerdo de cuando diversos funcionarios y empleados municipales del Ayuntamiento colungués celebraron una comida de hermandad, junto con algunos familiares, en uno de los salones de actos del «Colegio de los Baberos», fundado por don Luis Montoto y su esposa doña Concha e inaugurado en 1909. Actualmente es propiedad de la Diócesis ovetense.
¿Los reconocen? Les doy una pista : uno de ellos fue permanente SUBASTADOR de los Ramos en las fiestas de Loreto, en Colunga, y del Rosario en San Juan de Duz.