POR PEPE MONTESERIN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (PRINCIPADO DE ASTURIAS)
Un escritor asturiano me habló de una novela suya; le pregunté cómo iba la venta y me dijo que muy bien, que «furrulaba», o sea funcionaba. Por supuesto, no lo creí; ninguna novela funciona, es una fantasía de los escritores que nos consolamos con poco pero nos avergüenza reconocerlo; todos los libros se atascan. Ni se vende ni se cobra. Pero, ¿cuál es la etimología de «furrular»? Si «furo-ere» es furioso; si «furo-onis», huraño; si «furrí» significa malo, feo; «furrina» viene de enfurruñarse; «furrio» aplícase a lo despreciable; «furrusca» es gresca; «furruñosu», herrumbroso; «furrigaya», fruta de desecho; «furriona», contrariedad; «furruñar», enfadar; «furrifalla», chatarra; «furruñón», tacaño… Con estos antecedentes casi prefiere uno que las cosas no furrulen. P.M