PARTICIPA JUAN SABASTIÁN LÓPEZ GARCÍA, CRONISTA OFICIAL DE GALDAR (LAS PALMAS).
El pasado lunes, 9 de diciembre, el municipio de Gáldar vivía una fecha histórica: la conmemoración del 75 aniversario de la declaración del yacimiento de La Guancha como Monumento Histórico Artístico, lo que es lo mismo, como Bien de Interés Cultural, una declaración que afecta al conjunto arqueológico La Guancha, El Agujero y Bocabarranco.
Con este motivo, la ciudad lleva celebrando durante las últimas semanas un conjunto de actos que han incluido las Jornadas científicas y académicas de arqueología que se celebraron en el Casino de Gáldar y que congregó durante varios días a más de un centenar de especialistas y expertos en Arqueología, Historia y Patrimonio. Se trata de la primera ocasión en que se reunían en un mismo seminario a personas responsables de dirección de los museos arqueológicos y centros de interpretación de todas las Islas Canarias así como a especialistas de diversas partes del Estado, entre ellas, se contó con la presencia y participación de la directora del Museo Arqueológico Nacional, Isabel Izquierdo Paraile, y del catedrático emérito de la Universidad de Alicante, Mauro Severo Hernández Pérez.
La conmemoración del 75 Aniversario del BIC ha continuado con la inauguración, el pasado 9 de este mes, de una exposición que bajo el título “Un lugar y un tiempo. La Guancha, El Agujero y Bocabarranco” cuenta con dos sedes ubicadas en el Museo Agáldar y el Museo Arqueológico Cueva Pintada. La muestra ha estado comisariada por María del Carmen Cruz y Teresa Delgado Darias, conservadoras de El Museo Canario, y que ha contado con la colaboración e impulso de la concejalía de Patrimonio e Identidad del Ayuntamiento de Gáldar, que dirige Carlos Ruiz Mateos; con la financiación del área de Presidencia del Cabildo de Gran Canaria y coordinada por el director insular de Patrimonio Histórico de la administración insular y cronista oficial de Gáldar, Juan Sebastián López García.
El evento tuvo como sede el Teatro Consistorial y contó con la presencia de las autoridades locales con su alcalde al frente, Teodoro Sosa, así como del artista plástico y Premio Canarias de Bellas Artes, Pepe Dámaso, quien además celebraba justo ese día su 91 cumpleaños.
La celebración de esta fecha supone un hito importante, no solo para Gáldar y sus gentes, sino para todo el Archipiélago canario, pues la declaración como Monumento Histórico Artístico de La Guancha, El Agujero y Bocabarranco, tuvo lugar el 9 de diciembre de 1949 bajo la denominación de “Ruinas de casas y tumbas descubiertas de Gáldar”, convirtiéndose en el primer yacimiento de Canarias en adquirir este nivel de protección. En 1985 la figura legal de Monumento Histórico Artístico fue sustituido por el de Bien de Interés Cultural y en el año 2013, la denominación del Bien pasó a ser “La Guancha, El Agujero y Bocabarranco”.
Hay que recordar que el yacimiento de La Guancha fue descubierto bajo montones de tierra el año 1934 cuando el propietario del terrero, el británico Mr Leacock comenzó a preparar el mismo para plantar plataneras. Allí esperaba, viendo pasar el tiempo, la mayor necrópolis aborigen de Canarias, un espacio que conserva un túmulo real con 43 cadáveres. Los restos de los antiguos habitantes de Agáldar.
La preparación del terreno se frenó retrocediéndose varios metros para no vulnerar la riqueza que se nos ofrecía a la par que el empresario británico cedía el terreno a las autoridades competentes del momento. En 1935, el Museo Canario excavó una parte del terreno, identificando seis construcciones funerarias y una veintena de estructuras pero el espacio quedó durante décadas sumido en el más absoluto abandono institucional, desprovisto de la necesaria protección y siendo utilizado, entre otras cosas, como estacionamiento de coches por las familias cuando acudían a la zona a disfrutar de un día de playa.
Por aquella época conservar y velar por el patrimonio cultural y arqueológico de nuestra tierra no era precisamente un tema de interés. Ni político ni social. No existía ni conocimiento ni concienciación al respeto. Hasta yo me recuerdo con seis o siete años jugando a las casitas dentro del yacimiento, donde la ‘casita’ era una antigua residencia cruciforme en la que vivieron nuestros antepasados canarios.
Esta dejadez motivó la celebración el 15 de julio de 1976 de una manifestación auspiciada por un grupo de jóvenes de Gáldar que buscaban concienciar a la ciudadanía de la isla en relación a la necesidad de velar y proteger el patrimonio arqueológico canario. El evento trasladó hasta la necrópolis a unas dos mil personas, entre ellas artistas de la talla de Pepe Dámaso, Toni Gallardo, Martín Chirino y Jane Millares, en un acto que contó con la lectura de un Manifiesto a cargo de un joven Celso Martín de Guzmán, quien posteriormente fuera el impulsor del proyecto arqueológico del yacimiento de la Cueva Pintada, hoy convertido en Museo Arqueológico.
En diferentes fechas se han llevado a cabo diversas intervenciones en este espacio protegido con desigual acierto y dispares grados de protección efectiva. En la actualidad, el yacimiento forma de la red de espacios de protección arqueológica del municipio y de la isla, un espacio que contará próximamente con un centro de interpretación que ayudará a incrementar el conocimiento de la ciudadanía en torno a este enclave patrimonial, de importancia fundamental no solo de Agáldar y sus gentes, sino para toda Canarias.
En la muestra “Un lugar y un tiempo. La Guancha, El Agujero y Bocabarranco”, que se puede visitar hasta el próximo 9 de marzo, se pueden visionar las primeras fotos de las que se tiene constancia sobre este espacio, tomadas a través de la cámara de Francisco Montesdeoca Suárez, que fueron encontradas por sus nietos entre las pertenencias del abuelo. Datan de los años 34 y 35 del siglo pasado. De estas instantáneas, me llamó la atención una en concreto. En ella, se observa a la familia del fotógrafo posando junto a un cartel que reza: “No toque ni una piedra. Respete el pasado y demuestre que es culto. Conserve este monumento guanche”.
Hoy diríamos ‘canarii’ pero el mensaje es el mismo: la necesidad de reivindicar y proteger lo nuestro, la necesidad de poner en valor nuestro patrimonio. A ello le añadiría, la necesidad de incrementar el conocimiento y la enseñanza sobre el mismo entre la propia ciudadanía canaria, comenzando por su población más joven, con frecuencia gran desconocedora de la grandeza que aguarda la ciudad subterránea de Agáldar. Solo así aprenderemos a reconocer, a amar y a cuidar de nuestra riqueza cultural, ambiental, histórica, patrimonial y arqueológica.
Habría que recordar el mensaje, que de forma tan certera realizara la familia del fotógrafo hace ya casi un siglo, a ese grupo de personas desaprensivas que se dedican a visitar los yacimientos y rotular alegremente sus nombres en los muros y rocas de estos espacios protegidos.
Habría que recordarles, con multas económicas que duelan a sus bolsillos, que cuando ensucian y atentan contra estos espacios por hacerse una de sus ridículas fotos, ensucian un patrimonio que es de todos y de todas.
Habría que recordarles que es nuestra historia, una historia que ni se pisa ni se degrada. Por nada ni por nadie. Y mucho menos para dejar constancia de su patético e irresponsable rastro en las redes sociales.
FUENTE: J.L.S.G-