POR HERMINIO RAMOS, CRONISTA OFICIAL DE ZAMORA

Esta trilogía constituye todo un conjunto de elementos, de valores y de partes nada despreciables de la propia Administración. Es cierto que los sistemas y formas de explotación ganadera en todas sus clases y posibilidades han cambiando de manera sustancial. Y del sistema de régimen extensivo se ha cambiado a unas fórmulas nuevas de exportación ganadera en todas las especies. Eso ha creado nuevas situaciones que exigen de forma rápida y segura soluciones eficaces, que no basta con alardes de medios de última generación y rapidez, sino soluciones eficaces, prácticas que a su vez conserven, cuiden y se aprovechen de una interesante y rica economía, hoy abandonada cuando no despreciada.

Si dividimos nuestra provincia siguiendo el curso de los ríos Duero y Esla, todo lo que queda al oeste del Esla y al sur del Duero, frontera y Tormes o sea Sayago, ofrece unas características muy definidas, que no se deben abandonar a su suerte como se está haciendo por la Administración, sino atenderlas y cuidarlas adecuadamente y sacarle sus rendimientos que no son pocos, a la vez que se cuide ese medio ambiente y esa fauna, ayer un peligro, para una ganadería extensiva y hoy una incógnita que parece no interesar a nadie, salvo a esos genios de la modernidad. Esos que solo permiten ese alarde de medios pero nada más, o sea gastos sin aprovechamientos prácticos de ningún tipo.

Si alguien estuviera interesado por conocer el número de castaños, manzanos y nogales del primer espacio citado al oeste del río Esla, se sorprendería. Le apunto que la última cifra que recuerdo de estas tierras fue la de 380 toneladas de manzanas que salieron para una sidrería asturiana. Hoy esos millares de manzanos de unas especies perfectamente abandonados a su suerte siguen el mismo camino.

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