POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
“-¿Cómo le corto el pelo? -En silencio”. Buscando silencio, voy al Salón de Belleza Rosa Vázquez, también acoge a caballeros, en Julián Clavería, de empleadas y clientela muy discreta. En cambio, en el gimnasio que frecuento, amén de la percusión de algunas máquinas desajustadas, los hombres se ejercitan a grito pelado; lo más duro no son los kilopondios tanto como los parlatorios que tengo que escuchar por no ser sordo. Mientras las mozas apenas se manifiestan, muchos forzudos pierden la fuerza por la boca; no hablan del tríceps, el vasto interno, el recto femoral, el extensor de los dedos del pie…, no, enhebran la economía con la política (más musculados, más de derechas) y el fútbol; hoy sostenían que el Real Oviedo corre mucho riesgo y amenazaban a Slim con darse de baja como oviedistas si no soltaba más pachocha. No sé qué esperan en este gimnasio para convocar una plaza de peluquero.
Fuente: https://www.lne.es/