POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
La calle Comandante Vallespín pasa a ser Gloria Fuertes. Vallespín, que se hallaba de permiso en Oviedo, al estallar la guerra civil se presentó a Aranda, éste le encomendó el mando del Batallón en Armas del Regimiento Milán nº 32, y después de muchos combates, algunos muy duros en la zona de Olivares, tuvo que defender la Loma del Canto, al pie del Naranco, por donde la calle Madre Teresa Jornet y el restaurante Las Canteronas; entre sus soldados caídos, el propio Benito Vallespín empuñó una ametralladora y se mantuvo en el puesto hasta perder la vida y con ella la posición. Estos días Vallespín también perdió la posición de honor, la memoria, en las entonces llamadas travesías de Colón, y la perdió en favor de Gloria Fuertes, que, como el Cid y Vallespín, ganó la plaza después de muerta. ¡Ay!, “la oveja vale si bala, la abeja vale si vuela… Date nunca por vencido”.
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