POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANIUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN)
Sin pausa en la larga semana, se fueron celebrando las procesiones de La Borriquilla, el domingo; la Semana Santa Viviente, el lunes; el recorrido procesional del Rescatado el martes y el miércoles el Vía Crucis con el Cristo de Mariano Benlliure.
El jueves, en los oficios, Cena del Señor, se celebró en la parroquia de San Andrés, el lavado de pies a distintos miembros de las Cofradías, por el párroco Juan Carlos Córdoba, que ha vivido con gran intensidad su primera Semana Santa en la localidad.
Posteriormente la procesión de El Cristo de la Humildad y María Santísima de la Encarnación. El grupo escultórico del primero, obra del escultor Miguel Ángel Calero Garrido en 2010 y la imagen de la Virgen de Domingo Sánchez Mesa, en 1947. La Cofradía de los Romanos, que celebra su centenario, entre los actos el Pregón del Centenario por José María del Sol y con una exposición antológica que nos ha trasladado a la evolución de la cofradía, a través de la fotografía, documentos y enseres.
Solemnidad, en los numerosos cofrades ataviados de “romanos”, con nuevos proyectos de vestimenta; volviendo al ayer con la apertura procesional por romanos a caballo y una cuadriga, como hace años.
Niños vestidos de hebreos, capirotes granates sangre; hombros de costaleros para soportar el peso y el dolor de las injusticias, pero llenos de orgullo por su paso; costaleras de la Virgen de la Encarnación, que un día compartieron su peso, su amistad y el agradecimiento de la imagen por la entrega de cada una de ellas. Sones musicales, que recordaron marchas que hacen mayor la entrega de los cuerpos y almas.
Madrugada del Viernes Santo, antes de que el alba despierte el lugar de la Puerta de la Umbría, está repleto de corazones emocionados, que han llegado desde cualquier lugar de la geografía española, para contemplar la salida del Nazareno, en un silencio e intensa pasión. Saetas y música para llenar el interior de notas musicales: nazarenos, penitentes, gentes tras la imagen inician el camino que llegará al Calvario. El Nazareno obra de José Rivera, un trono que se está realizando en distintas fases, en madera de Cedro Real por hermanos Tirao Carpio, pero adelantado en su intenso y laborioso trabajo, tras llevar la imagen a andas, pasa a portase a costal; el Cirineo de Víctor González Gil, con manos de cíclope, se dejó fuera del grupo escultórico, hace unos años, parece que en un futuro encargar una nueva imagen, que esté adecuada al Nazareno.
En la Plaza Mayor, San Juan, obra de José Rivera indicando el camino de Cristo, su encuentro, la Verónica, con su pañuelo doblado, hasta que no limpia el rostro de Jesús y se queda grabado en el lienzo; el cruce de lanzas de los romanos, impidiendo el paso de la Virgen de los Dolores, bajo palio, bella imagen que talló Domingo Sánchez Mesa, hasta que el pequeño y blanco ángel, con su corta espada y su voz infantil pide, que quiten las lanzas o las romperá aunque sean de acero. Después, renovadas fuerzas para un ascenso que hunde el peso en los hombros de los costaleros. Subida hasta el lugar Eras del Calvario, para bendecir los secos campos, y que las monjas dominicas, puedan desde su clausura contemplar la imagen del Nazareno.
Por la tarde la procesión de El Cristo de la Expiración, el gran realismo de Sánchez Mesa, (1939) en el grupo escultórico, con la Virgen , María Magdalena y San Juan.
Numerosos cofrades con las túnicas de la hermandad; a cierta distancia, la Virgen de la Amargura, tallada por Felipe Herreros Rodero en el año 2009, acompañadas de numerosas mujeres de mantilla y trajes negros. Música e incienso, clamor en el recorrido, especialmente en la Plaza Mayor,
Una luz en la oscuridad del mar, es el trono del Santo Entierro, que sale a la Plaza de Santa Ana, bajo el gran peso y dificultad en las escalera, alumbra el trono todo el recinto con los silenciosos anderos y la música de capilla, suave y tenue.
Posteriormente desde San Andrés, a la que llaman Reina sale bajo palio elaborado por los talleres García y Martín Suárez de Jaén, portada por cincuenta y cinco anderos, mientras se escucha en su salida, como en la entrada el Himno de Andalucía.
Finalizan su recorrido casi en las primeras horas de la madrugada del sábado.
Domingo Glorioso con la imagen de Resucitado, obra del imaginero cordobés, José Antonio Cabello, en 2009. Volteo de las alegres campanas, para anunciar su salida, portado en andas, por jóvenes, en su mayoría veteranos en su compromiso de llevar en andas a la imagen.
Encuentro en la Plaza de Santa Ana, con la Virgen del Rosario, portada por anderas fieles en su tradición. Representación de todas las Cofradías de Pasión en la procesión. Como siempre acompañando a las imágenes las dos Agrupaciones
Musicales , “Pedro González Leal” y “La Moraleja”, o de las distintas Bandas de las Cofradías “La Borriquilla”, “Virgen de los Dolores” o de “Nuestro Padre Jesús Nazareno”, o la música de capilla, que con su intenso trabajo han ofrecido las más destacadas composiciones musicales de Semana Santa.
Anderos y anderas o costaleros, que han llevado el “peso de la Pasión” sobre sus hombros para colaborar en una Semana Santa, de fervor y religiosidad. Podemos considerar de fervor e intensidad en cada uno de los amplios actos y procesiones en este periodo.
FUENTE: M.L.F.