POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Televisión Egipcia ha prohibido aparecer ante las cámaras a ocho presentadoras de televisión hasta que adelgacen, un mes de plazo les dan, y las susodichas protestan, se sienten dañadas psíquica y socialmente, y desprestigiadas. El caso es que no sintieron desprestigio alguno cuando en el perfil de selección les valoraron, entre otras cosas, su buena presencia, y ellas se cuidaron de ofrecerla; ahí tenían que haber puesto en valor su dignidad, para, entre otras cosas, no quitarles el puesto de trabajo a otras compañeras gordas y acaso mejor formadas técnicamente. Admitieron el juego de preferencias, como miles de personas que son contratadas para dar una imagen bonita y saludable, para vender moda, vender coches, vender noticias, vender Profidén… Si no objetan al puntuar por peso y por sonrisa, es tarde para hacerlo cuando ganan kilos y pierden dientes.
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