«ESTABLECIÓ DESDE SUS INICIOS UNOS PRINCIPIOS DE ENSEÑANZA Y AYUDAS SOCIALES A LOS MÁS NECESITADOS, CENTRANDO SU ATENCIÓN PRIMORDIALMENTE EN LOS MÁS PEQUEÑOS», SEGÚN REZA EN UN ESCRITO DEL CRONISTA OFICIAL DE ALMENDRALEJO, FRANCISCO ZARANDIETA
Esta semana, la Corporación municipal ha aprobado por unanimidad que le sea concedida la Medalla de Plata de Almendralejo al colegio Santo Ángel de la Guarda de la ciudad.
En una moción conjunta del Partido Popular y Partido Socialista, se ha aprobado esta concesión, después de que la Asociación de Antiguas Alumnas del Colegio Santo Ángel de Almendralejo así lo solicitase al Ayuntamiento de Almendralejo.
El motivo, el colegio, que lleva más de un siglo en la ciudad, es desde hace tiempo una institución que ha marcado a miles de almendralejenses, sobre todo, mujeres, durante décadas.
«Es un gran privilegio para nosotras. Si esa medalla me la dieran a mí, estaría muerta de vergüenza, pero siento mucho agradecimiento y mucho orgullo, porque son 117 años de muchas hermanas y de muchos profesores dando la vida por estos alumnos y formando en el colegio».
Así hablaba la hermana Ana Bazán, directora general y representante de la titularidad del colegio en una entrevista concedida a HOY.
Esta concesión, para la que aún no se tiene fecha de entrega, se produce el mismo año en el que se celebra la beatificación del fundador de la congregación del Santo Ángel de la Guardia, el sacerdote Luis Ormières, que fue beatificado en la catedral de Oviedo. Éste ha sido el motivo por el que los antiguos alumnos han hecho la citada solicitud al Ayuntamiento.
Pero la labor de esta congregación religiosa no sólo ha sido educativa durante estos cien años. «También hemos trabajado en accion social, acción parroquial y muchos aspectos de la vida de la ciudad de Almendralejo», apunta la hermana Ana.
Historia
Tras fundarse la congregación en un municipio de Francia, comienza a extenderse en España desde Puerto Real en 1864. La congregación llega a Badajoz en 1888. Años más tarde, el párroco Ramón Alarcón celebró una misa en ese colegio de Badajoz el 2 de octubre de 1900, tras la cual solicitó que la congregación se estableciese en Almendralejo.
Así fue como el 23 de diciembre de 1900 cinco hermanas francesas se instalaron en el número 4 de la calle La Fuente, donde un año después, el 15 de enero de 1901, se abriría el colegio Santo Ángel. Tuvieron que pasar aún cinco años para que en septiembre de 1906 obtuviera el reconocimiento de colegio de primera enseñanza.
«Siguiendo el espíritu de su fundación, el colegio Santo Ángel estableció desde sus inicios unos principios de enseñanza y ayudas sociales a los más necesitados, centrando su atención primordialmente en los más pequeños. Para ello, además de para el mantenimiento de la comunidad, se contaba con pago de cuotas que aportaban las familias y el párroco», según reza en un escrito del cronista oficial de Almendralejo, Francisco Zarandieta.
Años más tarde se trasladarían al número 22 de la calle Real y tras superar los difíciles años de la Guerra Civil con la ayuda del pueblo de Almendralejo, aumentaron las matriculas durante los años siguientes.
La sede actual fue inaugurada a mediados de siglo, en 1945, después de haber adquirido el Palacio de los Marqueses de la Colonia, en la calle Reyes Católicos, un edificio que data del siglo XVII.
Durante esos primeros años la enseñanza fue únicamente para chicas y ha sido así hasta prácticamente el año 1983, cuando pasó a ser un centro mixto, tras firmarse los conciertos con las autoridades educativas, entonces el Ministerio de Educación y Cultura.
Al colegio de Enseñanza Media Femenino ‘Santo Ángel de la Guarda’ le cabe el honor en ser el primero al que le concedieron el reconocimiento de Grado Elemental el 3 de octubre de 1963. Posteriormente, en 1968, se implantaría el Bachillerato superior, según los datos recopilados por Zarandieta.
Cinco hermanas
En estos momentos la congregación está formada por cinco hermanas, que residen desde hace unos años en un piso en la calle Cajigal. Y toda la comunidad colabora con el centro. Lo hacen en la portería, por las tardes, los fines de semana o cuando hace falta alguien. Algunas también prestan apoyo escolar a los alumnos más retrasados.
Además, una de las hermanas trabaja en Cáritas diocesana y otras dos visitan enfermos y llevan la comunión de niños desde hace unos años.
Fuente: http://www.hoy.es/ – Gloria Casares