POR ADELA TARIFA, CRONISTA OFICIAL DE CARBONEROS (JAÉN)
Quien alguna vez lee mis columnas sabe que no me gustan los juegos florales. Qué le vamos a hacer; cada cual vale para lo que vale. Lo mío va mas por lo de meter el dedo en la llaga unas veces; otras, las más, hablar de los problemas y sentimientos de la gente corriente, como una servidora. Hoy la gente corriente son los Cronistas Oficiales de España que la RAECO reunió en Jaén entre los días 2 y 4 de septiembre, mientras una feria se cerraba, la de San Miguel en Úbeda, y otra se abría, la de San Lucas en la capital. Este evento ha sido un éxito de asistencia, y un ejemplo de lo que se puede trabajar por la Cultura sin hacer un agujero a las arcas públicas. Porque nuestro congreso ha salido prácticamente gratis al Ayuntamiento y la Diputación, a quienes sí hay que agradecer su apoyo institucional y su calidad acogida, junto a otras autoridades como el Sr. Obispo, en el acto de apertura. También es de justicia dar las gracias a numerosos organismos públicos y privados que han hecho cuanto han podido por facilitar la celebración del XLI Congreso Nacional de Cronistas Oficiales y proyectar así el patrimonio histórico.-artístico de Jaén en toda España. Es este caso, por poner un ejemplo puntual, fue de gran ayuda el mecenazgo de la “Fundación Cruzcampo”, atenta siempre a apoyar la Cultura. Lo que nadie podrá decir es que la presencia en Jaén de casi doscientos congresistas ha supuesto gastos para el contribuyente. Todo lo contrario. Desde el sector hotelero hasta el gremio de taxistas habrán notado que llegaba a Jaén estos días más turismo del habitual. Porque los cronistas no sólo trabajan gratis, sino que se pagan de su bolsillo cuotas, desplazamientos, alojamientos, y lo que se necesite para representar a su pueblo. Encima lo hacen sin victimismo, vicio nacional que el señor Artur Mas ha convertido en armadura. Lo que pasa es que más pronto que tarde sucede lo del cuento del lobo, que uno se toma a chufla a quien no hace otra cosa que ir lloriqueando por los rincones sus miserias propias, culpando de ellas a los demás. Como Más, que nos aburre más, más y más…
A mí por lo menos me gusta la gente que va por la vida haciendo el bien, pero sin publicidad; sin pedir que le pongan medallas. Un buen ejemplo es el de Lina Morgan, actriz fallecida hace poco que ayudó desde el anonimato a los necesitados toda su vida, y ha hecho un importante legado testamentario para tal fin. Lina era una gran mujer, que ha pasado a la historia por esas revistas musicales en las que siempre decía al público ¡Gracias por venir¡. Es la frase que se me ocurre para despedir a los Cronistas Oficiales reunidos en Jaén. Para darles las gracias por lo que han escrito sobre nuestra tierra, y por su actitud. Porque en tiempos como los que corren, en los que los adolescentes son incapaces de aguantar una hora de clase sin pedir permiso para ir al retrete; en los que si falla un par de días la calefacción en un instituto se monta una huelga, estos congresistas, bastantes de los cuales pertenecen a eso que llaman la “tercera edad”,- término feísimo- o a la cuarta, son comprensivos ante la disciplina normal que requiere cualquier evento de esta magnitud. Hasta los que asistieron en silla de ruedas o caminaban con muletas, participaron de todas las actividades, incluido un largo paseo histórico-artístico por Baeza y Úbeda, sin poner pegas a los inconvenientes impuestos por las ordenanzas municipales para que los autobuses aparquen lejos de la zona monumental. Yo tuve el honor de acompañar como guía a uno de estos grupos. Al otro lo guío de forma altruista nuestro amigo Ramón Molina Navarrete. En mi caso puedo afirmar que nunca tuve “alumnos” más atentos que ellos. Me dieron una lección de saber estar, de buena educación, que les agradeceré siempre. Por eso, al despedirme me salió del alma la frase de Lina Morgan, y solo supe decirles ¡Gracias por venir!
Mi papelera de hoy va por ella, por nuestra Lina, y por ellos, nuestros Cronistas, sobre todo los que peinan canas y presumen de arrugas, como D. Enrique de Aguinaga, cronista de Madrid, quien cumplió 92 años entre nosotros. Por cierto D. Enrique, le dije, y lo mantengo, que está usted cada día más guapo. Un abrazo a todos. Mi papelera y yo suscribimos lo que os dijo presidente la RAECO, D. Antonio L. Galiano, en el acto de clausura: el éxito del congreso es vuestro, de todos los cronistas que quisieron venir a Jaén para conocernos mejor y estrechar lazos de amistad. ¡Gracias por venir!
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Gracias por venir, 15. octubre 015
Fuente: Diario IDEAL. Jaén, 15 de octubre de 2015