POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS
(ASTURIAS).
Entrega de los premios «Amigos de Dionisio de la Huerta”
Por una de esas coincidencias que algunas veces se dan en la vida, los “Amigos de Dionisio de la Huerta” entregaban la tarde del pasado sábado en Arriondas los premios que llevan su nombre, cuando -exactamente cincuenta y cinco años antes- el propio Dionisio se reunía en Infiesto con algunos amigos para preparar un evento parecido que iba a tener lugar al día siguiente, 1.º de agosto de 1966.
En efecto, para aquella jornada de lunes, el polifacético Dionisio había ideado la celebración de una que llamó “Gran comida-cena” (puesto que se alargaba durante horas), pero su motivación principal era loar y enaltecer a ciertos personajes, para lo cual puso en marcha la que llamó I Asamblea Plenaria de “Dignidades de Las Piraguas”.
A medio camino entre la socarronería y esa reserva un tanto tímida de un catalán cuando está en público, pero mucho más extrovertido cuando se rodea de gente de su entera confianza, Dionisio inventaba para cada edición de su fiesta novedades de todo tipo.
En esta “Gran comida-cena” (en el «Tenis Club Infiesto») dispuso que se otorgarían varios títulos honoríficos, los cuales serían concedidos según su libre albedrío.
Nadie protestaba -sino todo lo contrario- pues eran ocurrencias propias de aquel que había nacido en el Paseo de Gracia de Barcelona 66 años antes, aunque con raíces paternas en Coya (Piloña).
Duques, grandes duques, almirantes, vicealmirantes, tritones, vicetritones y sirenas, esos eran los títulos a repartir y -como el reglamento manda- todos deberían llevar collar, chaleco, montera picona y flor natural.
Muchos tomaron la palabra, como el alcalde de Piloña (duque), el de Oviedo (almirante), al igual que el de Luarca y el de Langreo (este último como gran duque fundador) o el delegado del Gobernador Civil (que aunque no era nada -el delegado- aspiraba a serlo…).
Llegaban ya a treinta y seis los títulos nobiliarios que Dionisio había concedido hasta ese año de la XXX celebración de la que -con el tiempo- acabaría siendo la única fiesta asturiana de Interés Turístico Internacional.
Como recogieron los periódicos regionales con los que Raúl Prado copiló una amplia hemeroteca de todo lo relacionado con esta fiesta a lo largo de los años y que su familia nos legó, en aquel año 1966 Dionisio se planteaba dejar la “Regata de Piraguas” (que así la llamó Dionisio hasta 1969) y sólo a los más íntimos les comentó el motivo al finalizar el acto en Infiesto, haciéndoles partícipes de su profundo disgusto porque la Comisión Municipal de Festejos de Ribadesella había programado una novillada para la misma tarde de Las Piraguas, pues así daba por seguro que habría un lleno al festejo aprovechando el numeroso público que acudía a la celebración.
Dionisio protestaba porque Las Piraguas (entre Arriondas, Ribadesella y los Campos de Oba) ya configuraban una fiesta completa que llenaba todo el día, sin necesidad de otros añadidos extemporáneos.
Aún así la novillada se celebró y su fracaso fue notable, con gran pérdida de dinero para los organizadores, lo cual fue una alegría para Dionisio, evitando además que se repitiese en el futuro un festejo tan ajeno a Las Piraguas y a nuestras tradiciones asturianas.
Y -tras este largo preámbulo- citemos a los que recibieron los Premios Dionisio de la Huerta en sus ediciones XII y XIII, puesto que la pandemia suspendió los del pasado año, recuperándose los ´títulos´ que Dionisio otorgaba a los «hacedores» del Sella, como él llamaba a los que trabajaban para mantener y acrecentar tanto la parte festiva como la deportiva de este evento que traspasó fronteras.
———- XII PREMIOS CORRESPONDIENTES AL AÑO 2020 ———
-Premio “Valores” a Francisco Grande Sánchez, (Madrid), por su destacada labor en pro del Descenso del Sella en TVE.
-Premio “Histórico” a José Ramón Álvarez (Avilés), al cumplirse los 50 años de su victoria en K-1 en el Sella.
-Gran duquesa de las aguas del Sella a Jennifer Rodríguez Alcalde (“Jeni”), de Entaína Ribadesella.
-Gran duquesa de las aguas del Sella a Aurora Hevia, de Coya (Infiesto).
-Gran duque de las aguas del Sella a Ángel Luis Menéndez Fernández (“Kevi”), de “Los Tritones” de Piloña.
-Gran duque de las aguas del Sella a Fernando Fondón Vega, de “Selleros” de Parres.
-Gran duque de las aguas del Sella a Pedro Fuente Olmo “Mole”, de “Los Botijos” de Cangas de Onís.
———- XIII PREMIOS CORRESPONDIENTES AL AÑO 2021 ——–
-Premio “Histórico” a título póstumo a Máximo Llamedo Olivera, por haber sido el ´alma´ de “Los Rápidos” y gran colaborador de la Fiesta de Las Piraguas.
-(Este artículo periodístico se publica hoy en los 40.000 ejemplares gratuitos de “El Fielato-El Nora”)-
FUENTE: https://www.facebook.com/franciscojose.rozadamartinez