EL CRONISTA OFICIAL DE ARÉVALO, RICARDO GUERRA, INTERVINO COMENTANDO ASPECTOS HISTÓRICOS QUE RELACIONAN A ALFONSO VIII CON LA TIERRA DE ARÉVALO, DE LA CUAL GUTIERRE-MUÑOZ FORMA PARTE DENTRO DEL SEXMO DE LA VEGA
Si el 5 de octubre de 1214 la localidad terrarevalense de Gutierre-Muñoz se tiñó de luto debido a que el rey Alfoso VIII fallecía en este pequeño pueblo después de testar, el 5 de octubre de 2014, 800 años después, las calles se convertían en una fiesta con el cierre de los actos que conmemoraban un hecho histórico que unía para siempre a este municipio con la historia de Castilla en general y de la época de la Reconquista en particular.
Los actos se iniciaban en Arévalo, donde desde muy temprano un grupo de 45 personas, convocadas por la asociación de cultura y patrimonio ‘La Alhóndiga’ y el club de senderismo ‘Los Pinares’, se reunían para cubrir la última legua que recorrió el monarca por la Calzada Real de Toledo antes de indisponerse y tener que parar en Gutierre-Muñoz, donde le avino la muerte. Estos andariegos fueron despedidos en Arévalo por la alcaldesa de la localidad, María Jesús Pérez, quien horas después recibía en la iglesia parroquial al presidente de la Diputación, Agustín García, y a otros alcaldes de la zona que han querido acompañar a los habitantes de la localidad en el evento.
Ya en el pueblo, los actos se iniciaron con una misa de aniversario, celebrada en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, en la que estuvo presente la figura del monarca en la homilía. Tras la celebración religiosa tuvieron lugar una serie de intervenciones iniciadas por el historiador Augusto Bruyel, autor del libro ‘Alfonso VIII. Historia de una voluntad’. Además de presentar esta obra que arranca precisamente en el año 1214, cuando el rey emprende su último viaje, señaló varios de los aspectos humanos del monarca que dos años antes lideró los ejércitos de tres reinos para reconquistar y parar el avance de los almohades en la Península.
Con posterioridad, el cronista oficial de Arévalo, Ricardo Guerra, intervino comentando aspectos históricos que relacionan a Alfonso VIII con la Tierra de Arévalo, de la cual Gutierre-Muñoz forma parte dentro del sexmo de la Vega. Así, recordó la construcción de las murallas para la villa o la concesión del escudo y de los títulos nobiliarios de ‘Muy Noble, Muy Ilustre y Muy Leal’ tras la aportación de las milicias concejiles a la batalla de Las Navas de Tolosa.
El profesor Luis Borreguero, natural de la localidad, comentó cómo fue un rey medieval que se adelantó a su tiempo, que fue clave para que en Europa no avanzara en la Edad Media la invasión musulmana que ya se había propagado por todo el Norte de África, y que reconoció hace ocho siglos la importancia de las mujeres, como quedó reflejado en el nombramiento de los albaceas de su testamento.
Las intervenciones sobre la figura del rey de Las Navas de Tolosa las cerró el investigador local Agustín López, quien centró su intervención en las últimas horas de lucidez de Alfonso VIII, precisamente las que pasó en Gutierre-Muñoz, cuando, tras el fallecimiento de las personas de su confianza como López de Haro, nombró albaceas de su última voluntad antes de que expirara su cuerpo.
Tras el acto cultural, la comitiva se trasladó desde la iglesia hasta el centro de la plaza, donde la alcaldesa y el presidente de la Diputación Provincial descubrieron un monolito que recordará para siempre cómo la muerte de Alfonso VIII introdujo a la pequeña localidad terrarevalense de Gutierre-Muñoz en los libros de historia.
Actos
Los actos de conmemoración del fallecimiento de Alfonso VIII se iniciaron el pasado 14 de agosto con la representación de una obra de teatro, por parte de los vecinos de Gutierre-Muñoz, sobre la vida del monarca. Posteriormente, en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción se inauguró una exposición que recuerda su figura histórica, los hitos más representativos de su reinado, así como su repercusión literaria.
Se trata de una muestra que se presenta bajo el título ‘Alfonso VIII en el aniversario de su muerte’ y que está organizada por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua. La exposición cuenta con la colaboración de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León, el Ayuntamiento de Gutierre-Muñoz y la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, y se clausurará el 30 de octubre.
Fuente: http://www.elnortedecastilla.es/ – Fernando G. Muriel