POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONSISTA DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
Ayer me llegó la noticia. Nació en Montijo el 22/III/1928 en la calle Gabriel y Galán. Pasó por las escuelas de las Arnela, Escuelas Nacionales del atrio, con los maestros Pablo Sánchez, Ramón Leal, Antonio López y José Calero, para terminar en la escuela del maestro Julián Guzmán. Se formó en el taller mecánico de Fernando Sánchez. Fue contratado por la empresa de Colonias Penitenciarias Militarizadas, trabajó en la conservación de motores con la empresa La Ferroviaria, que junto con Entrecanales y Tavora, realizaban obras en canales y acequias del Plan Badajoz.
Eulogio entró a formar parte del proyecto del empresario Felipe Corchero, trabajando en los primeros concentradores de la línea de producción del concentrado de tomate. Al crearse Invecosa no se sintió cómodo y decidió marcharse el 23/VIII/1963. Trabajó en una conservera de Alcañiz (Teruel), después en Falces (Navarra), llegando a Mengíbar (Jaén) en el año 1966, localidad en la que ha vivido, formando parte de la plantilla de la empresa Concentrados Vegetales, Sacove, que había sido inaugurada en abril de 1961. Empresa en la que estuvo hasta que se jubiló en 1988.
La jubilación de Eulogio marca un punto de inflexión en su vida. Comenzó, a partir de entonces, a investigar sobre utensilios antiguos de labranza, en la recuperación de la historia y cultura del olivar a través de la representación en maquetas de las almazaras y prensas. Eulogio Calleja ha sido considerado uno de los mejores maquetistas de molinos de aceite de nuestro país.
Eulogio Calleja ha logrado estudiar, conocer, investigar, y lo más difícil, demostrar y transmitir. Cada pieza que Eulogio ha estudiado, medido, calculado, razonado, probado, comprobado y realizado al más mínimo detalle, supera en mucho, a cualquier brillante publicación, de cualquier investigador universitario con título de “doctor”, y en revista “especializada”, que así lo afirma Anunciación Carpio Dueñas, bióloga, especialista en Grasas y Aceites por el CSIC, Instituto de la Grasa de Sevilla.
Sus maquetas y piezas han recorrido exposiciones organizadas en Mengíbar, Madrid, Córdoba, Sevilla, Andújar, Baeza y Jaén, entre otras ciudades. Eulogio asistió a la exposición “Tierras del olivo”, organizada por la Asociación Oleaurum, Cultura y Patrimonio del Aceite, en el Museo de Artes Plásticas Antonio González Orea de Baeza, con ocasión de las XV Jornadas Gastronómicas, en la que expuso, entre otras piezas, la reproducción de una antigua noria de agua, de un metro de diámetro, descubierta en Cabo de Gata.
Afirmo que de las manos de Eulogio Calleja Gragera ha surgido una obra maestra en miniatura que acoge el Museo de Mengíbar, en la Sección de Etnografía dedicada a la Colección de Oleicultura y Labranza que el artista tuvo en la Sala de Exposiciones de la Casa de la Cultura. Para gozo y disfrute de cuántos quieran verla, que ese es el deseo de este hombre bueno y sencillo, pero grande, que ha vivido para el trabajo y para sacar adelante a su familia. Si deseáis profundizar más sobre la obra de Eulogio Calleja podéis consultar la Revista de Feria y Fiestas Patronales de este año 2012 de Montijo (páginas 108-111). Aquí, en Montijo, por más que lo intenté no fue posible mostrar su obra.
Mis condolencias para su familia. Descansa en Paz, Eulogio.