POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Tras la impaciencia y la espera, tras apurar las cuentas del rosario, llegó poco más de las diez de la noche del día de ayer.
Nadie ha podido detenerla, porque nadie puede con ella. La modista que ha llegado vestirá casi todo, parques, jardines, campos y tierras cantarán su fiesta que ha venido pletórica de alborozo por el prodigio de la alegría de esta dama.
Porque decir primavera es decir vida.
Porque hay latidos que saben a memoria y recuerdos.