POR LUIS LISÓN HERNÁNDEZ.CRONISTA OFICIAL DE ALGUAZAS, OJÓS Y SUCINA (MURCIA).
Son varias las referencias que nos han llegado de la caída de meteoritos en el territorio de la Región de Murcia, señaladamente el de la madrugada del 24 de diciembre de 1858 en el Paraje de la Ornera, en Molina de Segura. Pero conocemos otro de indudable importancia producido doce años más tarde que el reseñado.
El singular fenómeno ocurrió en la madrugada del 16 de agosto de 1870, entre las seis y media y las siete, y las fuertes detonaciones que se produjeron, al entrar el bólido en la atmósfera terrestre, fueron escuchadas en numerosos lugares de una amplia comarca. Hasta el punto de que las autoridades de Murcia y Cartagena se telegrafiaron mutuamente creyéndose en cada ciudad que se había alterado el orden en la otra.
La atmósfera estaba clara y transparente, y solo algunas nubecillas esporádicas alteraban el azul del cielo, por lo que nada hace suponer que se hubiesen oído los truenos de alguna tormenta.
Según comentaron varios testigos, el cénit del fenómeno estaba a la altura de la Venta del Gimenado, y los numerosos fragmentos cayeron esparcidos en un amplio radio de terreno que incluía Los Martínez, la Hacienda del Gimenado, Los Carriones, la Venta de Mendoza y otras fincas de aquella zona.
Algunas de las piedras cayeron en una hacienda de Los Martínez, y al caer una de ellas, produjo un hoyo en sus rastrojos, que tenía de 30 a 35 centímetros de profundidad por unos 40 de diámetro en su boca. La piedra rebotó, volviendo a caer a un metro del agujero abierto.
Varias personas presenciaron el suceso, y huyeron aterradas hacia las casas cercanas, aunque pronto, pasado el susto, al rato, regresaron al lugar recogiendo algunos de los chamuscados fragmentos, que aún estaban calientes.
Tanto en los Martínez como en los Carriones, afirmaban los vecinos de que en los Muros, caserío situado de 2 a 3 kilómetros más al NE., había caído una piedra mucho mayor, la que al chocar contra un suelo duro y resistente se fraccionó, pesando el trozo mayor más de 25 kilos.
En la cercana Venta de Mendoza diversos pasajeros contaron sus experiencias. Entre ellas llegó un carretero que llevaba en la mano una piedra negra que había caído del cielo, tan cerca de una de sus mulas, que estuvo en poco matarla.
Un pastor informó, que cerca de una casa situada al O. de la carretera, entre las Ventas de Mendoza y Gimenada, debían haber caído algunas piedras. Efectivamente, una muchacha de 18 a 20 años, que allí vivía, aseguró que simultáneamente con la explosión vieron caer dos piedras en dos bancales inmediatos a la casa, que levantaron ambas una gran polvareda, pero que hasta entonces habían sido inútiles cuantas diligencias habían hecho para encontrarlas, después de pasado el primer susto que les obligó a refugiarse en la casa.
Un propietario llamado Juan Velasco, que en el momento de la caída se encontraba en Los Alcázares, donde también se oyeron las detonaciones, salió hacia los lugares mencionados, e hizo algunas pesquisas, tomando nota de todo ello, e incluso le permitieron extraer para sí un fragmento que pesó unos 1.200 gramos.
Fuente: https://blogs.laopiniondemurcia.es/el-lugarico/2020/11/06/hace-150-anos-cayo-un-gran-meteorito-en-el-campo-de-murcia/ y https://blogs.laopiniondemurcia.es/el-lugarico/2020/11/06/hace-150-anos-cayo-un-gran-meteorito-en-el-campo-de-murcia/