POR RAFAEL ÁLVAREZ, CRONISTA OFICIL DE VILLACASTÍN (SEGOVIA)

El próximo 23 de diciembre, se cumplen 213 años de la ubicación del Cuartel General Imperial francés en Villacastín donde el emperador Napoleón pernoctó y desarrolla su labor escribiendo mensajes y una carta al rey José I, su hermano. La impensada derrota del general Dupont en Bailén, ocasiona el repliegue francés al norte del Ebro.

El emperador decide tomar la dirección de las operaciones y cruza la frontera con 250.000 hombres el 5 de noviembre de 1808 que suman en la península 400.000 soldados. Derrota a tres ejércitos y el 4 de diciembre capitula Madrid y el 19 mientras pasa revista a las tropas de La Guardia Napoleón recibe noticias del general Dumas del verdadero despliegue inglés. Para cumplir sus planes precisa eliminar a los ingleses situados en Benavente (Zamora) Abandona bruscamente la revista y desde el Cuartel General en Chamartín y ordena avanzar a las unidades.

El 20 de diciembre parte el cuerpo de ejército del mariscal Ney y unidades de la Guardia que vivaquean en Villacastín el 21. El 22 Napoleón parte y pretende pernoctar en Villacastín. El tiempo en Madrid según el duque de Rovigo, era bueno y con sol, pero en Guadarrama se desencadena una tempestad de nieve que obliga a retroceder a los soldados de La Guardia pero Napoleón desea alcanzar a los ingleses y despreciando el desfavorable temporal ordena pasar el puerto y da ejemplo iniciando la subida.

Pronto desmontan de los caballos y un pelotón de soldados camina delante del séquito desistiendo, pues las botas de montar les dificultan la marcha. Finalmente suben al emperador a horcajadas en un cañón y a varios grados bajo cero, placas de hielo y múltiples sufrimientos, llegan al pedestal de la estatua del león que corona la plaza del puerto. Supervisa las tropas y manda distribuir raciones extra de aguardiente y leña. En San Rafael manda proveerse de víveres, vino y alojamiento en las aldeas, pero del 23 al 27 de noviembre dos divisiones británicas con 9000 hombres las han esquilmado.

Las calamidades y las bajas sufridas en el Guadarrama hacen preciso tomar medidas para elevar la moral. A la mañana siguiente, de pie sobre un altozano, Napoleón presencia el paso de las tropas que le vitorean. Trasladan a Villacastín el Cuartel General y le escolta una unidad de la caballería de la Guardia. El camino lo abarrotan tropas que luchan contra la lluvia, el barro y el intenso frío y el cansancio.

Cuando llegan al alto de la Cruz de Santiago, Napoleón observa la villa en la que destaca la silueta gris de la iglesia. Se conocen las minuciosas costumbres del emperador, al que tienen preparado un alojamiento en el Cuartel General Imperial, con estancia para el secretario Meneval que escribe mensajes y cartas que dicta o trascribe y los entregan a los correos. A las 20,00 horas recibe a Bacler D´Albe el ayudante imprescindible que se desplaza junto a Napoleón portando un plano, le revisa el itinerario a seguir y actualizan la situación de las unidades.

Entonces se retira a descansar y delante de la puerta dormirá el guardaespaldas Roustand, egipcio de los mamelucos de la Guardia. Conocemos el texto de la carta que escribe de puño y letra al rey en la que se refiere al mal tiempo, que la Guardia duerme en Villacastín, que la vanguardia inglesa está en Valladolid y el grueso en Benavente, que parecen querer replegarse a la Coruña, pide publicar en los periódicos que tiene rodeados a 20.000 ingleses, que están perdidos (falso, propaganda psicológica) pide actuaciones logísticas y movimientos de tropas y finalmente escribe: “Ésta pequeña ciudad se ha comportado bien; la mayor parte de sus habitantes se han quedado”.

Las unidades que en cuatro días pasan por la Villa suponen 47.600 hombres y 1672 caballos. El libro de difuntos sólo registra la muerte de una mujer en el parto. El ruido, el bullicio y la masificación debieron ser realmente sofocantes, ocuparon el Ayuntamiento, los monasterios, las ermitas y la iglesia. El relato del hecho histórico figura en la novela piadosa del sacerdote D. José Sabas de Becerril, nieto del que era Alcalde entonces. D. José escribió que el Tío Grillo tuvo oportunidad de disparar a Napoleón cuando se asomó al balcón y que su patrón lo impidió. Físicamente era posible pero poco probable pues Napoleón, nada podía ver en el patio en noche cerrada y no perdería un segundo en ello, pero aquel pudo pensarlo, contarlo y la leyenda perdura en nuestros días.

La casa que ocupó el Cuartel General donde pernocta el emperador existe hoy, es la vivienda del Sr. Cura párroco y en el siglo XIX decoraron con pinturas la fachada que aún se aprecian. La reina Isabel II durmió en ella, destacaron que era donde durmió Napoleón. Hoy día la fachada está deteriorada y bien merecía una placa informativa “Aquí estuvo el Cuartel Genera Imperial donde pernoctó Napoleón el 23 de diciembre de 1808” y su rehabilitación para goce de propios y turistas.

FUENTE: R.A. EL ADELANTADO DE SEGOVIA. DÍA 5 DE DICIEMBRE DE 2021