POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
El periódico murciano ‘El Tiempo’, del día 9 de agosto de 1927, en su edición de la mañana, reseña la trágica noticia de la muerte, por asfixia, de tres operarios en Ulea.
Efectivamente, cuando se encontraban limpiando un pozo negro, en el almacén de frutas, de Jesualdo Cascales Carrillo, perecieron asfixiados los obreros José Tomás Gil, de 48 años; Evaristo Tomás Gil, de 42 años, hermano del anterior, y el joven, de 14 años, Juan Pedro Vicente López.
Acudieron a limpiar el pozo ciego, del almacén de frutas y hortalizas, de Jesualdo Cascales, como en ocasiones anteriores, con tan mala fortuna de que una bolsa de gases tóxicos, fuera el causante de la muerte de los tres trabajadores.
En primer lugar entró el joven Juan Pedro Vicente y al comprobar que daba fuertes gritos, como estertores, y no podía salir, se descolgó por una cuerda gruesa, sujeta desde arriba, el obrero Evaristo Tomás Gil, mientras en la boca del pozo, permanecía, expectante, el hermano mayor de este último, José Tomás Gil. Al comprobar que ninguno salía y que no hablaban, ni daban señales de vida, se deslizó por la cuerda, hasta el fondo del pozo, con el fin de auxiliar a sus compañeros de trabajo.
La tragedia se triplicó, ya que también quedo atrapado en el fondo, víctima de la emanación de gases.
Las autoridades, que acudieron a la boca del pozo, ante las peticiones de auxilio de quienes por allí merodeaban, impidieron que nadie más descendiera, al fondo del pozo, ya que correría idéntica suerte. Ante la gravedad del trágico accidente, llamaron a Murcia, desde donde acudieron expertos en recate de siniestrados de esta magnitud.
Se da el caso de que estos tres uleanos, eran expertos en este tipo de trabajo y lo habían realizado, los hermanos Vicente Gil, durante varios años, con una periodicidad de tres meses.
El desgraciado accidente constituyó una gran consternación, tanto en nuestra localidad como en los pueblos de la comarca.
Tras las exequias religiosas se les practicó la autopsia, corroborando cuanto se suponía: el fallecimiento fue causado por inhalación de gases tóxicos.