POR FRANCISCO SALA ANIORTE, CRONISTA OFICIAL DE TORREVIEJA (ALICANTE).
Comenzaba el año con la aprehensión en Torrevieja de 51 kilogramos de tabaco de contrabando, a cargo del carabinero Juan Vilella Navarro, así como un carruaje, una caballería y dos reos.
El 4 de enero, un temporal en Melilla hizo que una barca de Torrevieja fuera arrastrada por la corriente sobre playa de Mar Chica, teniendo que acudir el bote de salvamento de aquel puerto logrando recoger a los náufragos. La aprobación por el Ministerio de Fomento del proyecto de obras del puerto de Torrevieja causa inmenso júbilo. El exdiputado Revenga, portador de la grata noticia, fue objeto de un entusiasta recibimiento. Se le concede el “Regium exequator” Enrique Ballester Carcaño como cónsul honorario de Cuba en Torrevieja.
En febrero, en el domicilio de la familia Casciaro, se celebró la toma de dichos de su hija Soledad con el joven abogado murciano José Manuel de la Peña y Seiquer.
El 18 de febrero por la mañana, víctima de una traidora enfermedad y confortada con los auxilios espirituales falleció sor Teresa de la Encarnación, superiora del Santo Hospital de la villa. Por la ermita del benéfico establecimiento, convertida en capilla ardiente, desfiló todo el pueblo demostrando las simpatías de que gozaba. Sor Teresa de la Encarnación, a comienzos del siglo XX, inauguró el Colegio del Hospital, permaneciendo frente a él hasta su muerte, salvo una corta ausencia. Su entierro, el día siguiente por la tarde, constituyó una imponente manifestación de duelo. Abrían la marcha el estandarte y alumnos del colegio; seguían dos filas de señoritas y a continuación el féretro llevado por dependientes del establecimiento. Presidió el duelo la Junta del Hospital, autoridades civiles y militares, cerrando la comitiva la banda municipal, sección de carabineros de infantería y caballería y la representación del Colegio de la Purísima. El cadáver fue acompañado hasta la salida del pueblo por el clero de la iglesia parroquial.
El 21 de marzo, varios obreros que trabajaban en el cementerio se refugiaron, huyendo de la lluvia, en una casilla cuya techumbre, resentida por las aguas, se desplomó sobre ellos, causando la muerte de José Moya. Otros trabajadores sufrieron heridas de importancia.
El domingo, 4 de junio, tuvo lugar un homenaje a Santiago Ramón y Cajal por una comisión de jóvenes torrevejenses conocedores de los relevantes méritos que concurrían en el gran histólogo. La corporación municipal, adhiriéndose en todo a la idea, acordó dedicarle el nombre de Ramón y Cajal a la hasta entonces llamada calle Emerenciana. Los vecinos engalanaron sus fachadas, y a las seis de la tarde todo el pueblo acudió al descubrimiento de la lápida que debía perpetuar su memoria. El alcalde Rafael Sala García, pronunció unas elocuentes palabras, y al descubrir la lápida, sonando una salva de aplausos al tiempo que la banda municipal tocaba la Marcha Real.
El domingo, 9 de julio, tras penosa enfermedad, fallece Diego Hernández Illán. Había sido alcalde de Murcia, dio impulso a la idea de crear el Círculo de Bellas Artes del que fue su primer presidente. En sus últimos años de vida puso su entusiasmo al servicio de Torrevieja, impulsando con su influencia los anhelos que por su puerto tenía Torrevieja. A su entierro acudió una enorme concurrencia entre la que se encontraban diversas personalidades torrevejenses encabezadas por al alcalde Rafael Sala.
Con objeto de descansar de sus tareas parlamentarias y trabajos del bufete, en agosto viajó desde Madrid a Torrevieja Joaquín Chapaprieta Torregrosa.
El domingo, 13 de agosto, se dijo la primera misa en la ermita dedicada al Sagrado Corazón de Jesús, construida en la Plaza de Oriente con limosnas de los fieles, tanto de la población como de los pueblos comarcanos. En el templo no pudieron colocarse las personas que acudieron, y fueron muchísimas las que no pudieron penetrar y tuvieron que oír la misa desde la calle, llegando la aglomeración hasta mediados de la plaza, sonde se hallaban de pie, la misa fue oficiada por el canónigo de Orihuela, Gaspar Archent, entusiasta y colaborador de la obra.
El 15 de agosto, día de la Virgen, se celebró en Torrevieja la “Fiesta de la Aviación” a cargo de aviones de la basa aérea de Los Alcázares. Sobre las 9 de la mañana los hidroaviones cruzaban la población, volando no más de veinte metros sobre las casas; amenizando a unos sesenta metros, entrando majestuosos en la bahía entre los aplausos de la muchedumbre. Seguidamente, a una altura de ochocientos metros se vieron venir los biplanos, uno de los cuales evolucionó dando vueltas en el aire. En vuelo de espiral consiguieron colocarse a pocos metros de la población, yendo a amenizar a las Salinas.
En la exhibición tomaron parte dos hidroaviones “Saboya”, un hidroavión “F.B.A.” y tres biplanos tipo “Bristol”. Todos los pilotos y el personal fueron recibidos con muestras de entusiasmo, siendo agasajados en el Casino. Por la tarde, a las seis, se elevó un biplano efectuando vuelos en barrena y acrobacia. El hidroavión número 6 realizó primeramente un soberbio vuelo llevando como pasajero al alcalde de Torrevieja. El intentar su segundo vuelo, el aparato se desfondó quedando en el agua con el timón fuera. Los tripulantes fueron recogidos en una lancha de pesca, teniendo que ser remolcado a la playa. El hidroavión señalado con el número 13 no lo pudo realizar el vuelo por la rotura de un pedal. Por averías sufridas en la hélice no pudo tampoco remontarse uno de los biplanos. Estos accidentes deslucieron por completo la fiesta cuyo anuncio había congregado en el muelle y playa a miles de almas.
El 14 de septiembre, un vecino de La Mata, estaba paseando a las seis de la tarde por la playa, en el paraje llamado “El Seco”, viendo a unos hombres que se dedicaban a introducir un alijo de contrabando. Tras la presentación de la denuncia, fuerzas de carabineros de infantería y caballería salieron para el lugar del suceso no encontrando rastros de mercancía. Interrogaron a unos hombres que se hallaban allí y como no pudieron y como no pudieron justificar el objeto de su permanencia en el lugar, los detuvieron. Uno de los detenidos declaró que la mercancía la transportaron de aquel lugar en automóvil y que la había traído un bote de esta matrícula. No se halló rastro de la mercancía, que se supone era tabaco. Tampoco se pudo comprobar que la descargara el bote que declararon. Hubo 18 detenidos.
En octubre, en aguas de Adra, al chocar con el morro de Poniente, se fue a pique el ‘Antonia Torres’, laúd de 50 toneladas perteneciente a la matrícula de Torrevieja. La tripulación se salvó.
En diciembre, una comisión de Torrevieja, presidida por el ministro de Trabajo, Joaquín Chapaprieta Torregrosa, visitó al ministro de Fomento y al director de Obras Públicas para pedirles que continuaran las obras del puerto, paralizadas entonces.