POR FERNANDO LEIVA BRIONES, CRONISTA OFICIAL DE FUENTE-TÓJAR (CÓRDOBA)
ANOTA:
Aunque en futuros comunicados trataremos de otros materiales metálicos y cerámicos restaurados en Fuente-Tójar hasta el 15-4-2007 y conservados en su M.H.M., hoy lo hacemos sobre las armas recuperadas y restauradas procedentes de los enterramientos de incineración de la necrópolis de Los Villarones o Torviscales (mitad del siglo VI a. de C. a mediados del IV a. de C.), cementerio situado al N-E de ILITVRGICOLA. Otras piezas de esta necrópolis y de la de La Cabezuela, extraídas de forma poco ortodoxa, se encuentran en colecciones particulares y en diversos Museos más o menos lejanos.
El oppidum donde se asentó la vieja ciudad se localiza en el Cerro de Las Cabezas, monte de 759 m. sobre el nivel del mar desde donde se vigila un vasto territorio dominando los cuatro Puntos Cardinales y, por lo tanto, los accidentes geográficos -montículos y promontorios junto a los meandros de los ríos-, donde aparecen asentamientos de mayor o menor identidad de esta Cultura. Ello permitía un amplio control del territorio, como avanzadillas del núcleo principal, desde donde observarían cualquier movimiento humano del tipo e intención que fuese a través de los pasos naturales como vaguadas, cauces de ríos o arroyuelos y en caso de que hubiese un impedimento natural, caso del Cerro de La Mesa, montaron allí puestos de vigilancia. En esos lugares, existen testimonios semejantes a los hallados en ILITVRGICOLA. En las líneas que siguen presentamos una muestra de la panoplia armamentística ibérica (armas defensivas y ofensivas –LÁM. 1-, dibujo de Narciso Jurado Ávalos “Siso”) expuestas en el M.H.M., armamento que, debido a la proximidad y morfología está más en consonancia con el Mundo Bastetano que con el Turdetano. Las armas y otros complementos metálicos aparecieron con abundantes concreciones térreas (LÁM. 2). Fueron restauradas en 1994, unas, y en 2000, otras. Vid.: LEIVA BRIONES, F. (2008): “Armas ibéricas procedentes de la necrópolis Bastetano-Turdetana de los Villarones (Fuente-Tójar, Córdoba) conservadas en su Museo Histórico Municipal”. En Rvta. Arte, Arqueología e Historia, nº 15, pp. 175-190. Córdoba. ÍDEM (2014): Fuente-Tójar (Córdoba): aproximación a su Arqueología e Historia Antigua. Fuente-Tójar, Córdoba. Ayuntamiento de Fuente-Tójar. En ambas publicaciones recojo asimismo lo publicado por diversos historiadores sobre el tema que hoy nos incumbe.
– RESTAURACIONES EN 1994.
Se realizaron en el Laboratorio del M. H.M. de Priego de Córdoba a solicitud del M.H.M. de Fuente-Tójar (LÁMINAS 3, 4 y 5). Todas las armas son de hierro. Nuestro agradecimiento a su Director Rafael Carmona Ávila por su altruista labor.
FALCATA 1 (LÁM. 3 y 4, A y LÁM. 8, X).
Incompleta. Las placas de refuerzo de la guarda aparecen damasquinadas en plata con una hoja de hiedra y otros signos difíciles de precisar. Se enmarcan en cenefas compuestos por una banda de plata coronada por otra del mismo metal con dientes de sierra. En el centro de la empuñadura, al igual que en el resto de las falcatas, se distinguen dos lóbulos para el ajuste de los dedos índice y corazón, por un lado, y anular y meñique, por otro.
FALCATA 2 (LÁM 3 y 4, B).
Presenta el extremo del arco de la empuñadura en forma de cabeza de caballo. Conserva dos acanaladuras paralelas entre sí (propio de todas las falcatas) y la embocadura de la vaina por donde cuela la falcata.
FALCATA 3 (LÁM. 2, 3 y 5, C).
Está intencionadamente doblaba (o matada) por la mitad siguiendo el rito ibérico de la muerte. El extremo proximal o pomo lo hace en una figura de cabeza de caballo. Esta falcata fue restaurada primeramente en los talleres de Almedinilla en 1989/90 por J. M. Tallada Lucena y J. Martínez Peñarroya.
PUNTA DE LANZA, JABALINA (LÁM. 2, 3 y 5, D).
Esta punta se hallaba en el enterramiento sobre la falcata anterior siguiendo una orientación E-O.
PLACA DE REFUERZO DE LA GUARDA (LÁM. 11, a la izquierda): Pertenece a la falcata nº 3. Apareció desprendida del arma el día del hallazgo.
-RESTAURACIONES EN 2000.
Las armas, complementos y enseres restaurados en 2000 lo fueron por Daniel Botella Ortega estando contratado por el ayuntamiento de Fuente-Tójar como arqueólogo y técnico en Gestión del Patrimonio Histórico. Todos los materiales relacionados son de hierro, de no ser así, lo aclararemos.
PICA TIPO “HOJA DE LAUREL” (LÁM. 6).
Apareció junto al resto del material metálico en agosto de 1977 en el enterramiento nº 1: adornos o complementos de caballo, pinzas de depilar en cobre o bronce; una campanilla en bronce, diferentes elementos de bocado de caballo en hierro, tijeras de hierro de esquilar y la pica descrita, utillaje de un personaje dedicado a la ganadería ovicáprida o bovina. Una vez restaurados se muestran en el M.H.M. tal como aparecieron en la tumba.
REGATÓN Y PUNTA DE LANZA (LÁM. 7).
La punta se encuentra arqueada intencionadamente en S debido al ritual ibero. Se hallaron revueltas el 28-8-1977 en el enterramiento que aparece en esta lámina.
DIVERSAS ARMAS (LÁM. 8).
Fueron requisadas por la Guardia Civil de Fuente-Tójar en Los Villarones el 13-9-1984: dos puntas de lanza, un regatón, un cuchillo afalcatado, un mango, una manilla de caetra (escudo redondo), una fíbula, dos monedas ibéricas, una abrazadera de falcata y la falcata citada supra (vid. LÁMINAS 3 B y 4 B).
SOLIFERREUM (LÁM. 9)
La parte que nos ha llegado mide 132 cm. Hacia la mitad se encuentra doblada intencionadamente siguiendo el ritual ibero. En el extremo conservado posee una punta foliácea (lanceolada) con nervio a lo largo de la misma. Francisco González Leiva, su descubridor y donante, lo encontró en 1977 y, según él, envolvía una crátera ibérica de campana, hoy conservada en el M.A.P. de Córdoba. En la misma ocasión halló y donó dos fragmentos ¿del mismo? soliferrum.
OTRAS RESTAURACIONES (LÁM. 10).
Dos extremidades de asas (pala o aleta) de escudo atravesadas con grapas para la sujeción del lino o cuero a la madera o alma de la caetra, un asa de caetra tubular atravesado por un pasador de hierro y una hoja plana triangular.
ABRAZADERA DE FALCATA Y EMBOCADURAS DE VAINAS (LÁM. 11).
Una de ellas (marcada con una X) alojó un cuchillo afalcatado. Un extremo se fija al otro mediante un pasador metálico de sección circular. En la abertura dejada entre el pasador y el ángulo superior del codo oscila la anilla de suspensión.
FALCATA 4 (LÁM. 12, vitrina con las armas citadas. Ver LÁM. 2):
Tiene el enmangue de madera fabricado por Antonio Sánchez Onieva en la década de 1970. Según don Antonio, “la espada” estaba doblada cuando la sacaron y él “la enderezó”. Había aparecido a fines de los años 60 del siglo pasado junto a una urna cineraria con huesos y dos fíbulas anulares hispánicas. Éstas las donó el Sr. Sánchez Onieva en julio de 1990 y la falcata la dio su viuda, María Madrid Calvo, en 1999.