POR JOSÉ VIDAL LUCÍA EGIDO, COMO CRONISTA OFICIAL DE RIOLOBOS (CÁCERES)
Cuántos recuerdos nos trae la cigüeña de la torre. Es un ave que forma parte de nuestro imaginario colectivo y que siempre estuvo muy presente en nuestras vidas desde la infancia. El paisaje de los pueblos y ciudades es difícil de imaginar sin los nidos de estas aves, sin sus vuelos y sin el sonido inconfundible de su crotoreo. Habita en muchos territorios.
En Alsacia forma parte del patrimonio natural y es un símbolo de la región. Allí hacen sus nidos, como entre nosotros, en torres, campanarios y tejados. En nuestra zona, Malpartida de Cáceres fue declarado en 1997 como Pueblo Europeo de la Cigüeña y forma parte de una red de unos 15 pueblos europeos con ese título. En él hay tres colonias importantes: la urbana sobre la torre; la del Humedal de la Cigüeña con los nidos sobre postes y la de los Barruecos que corona muchos de sus bolos graníticos también con nidos. Paisajes de enorme atractivo. Cáceres, sin embargo, se ha quedado casi sin cigüeñas en su casco histórico. Creo que sólo quedan en San Francisco. Ya no son verdad aquellos versos de Unamuno dedicados a esta ciudad:
Y así van las horas,
paso a paso,
al pie de las torres
donde se alzan,
centinelas de modorra,
las cigüeñas
de Cáceres.
Ni tampoco los de José Canal (1913-1979) que, en su «Primavera en la ciudad vieja», escribe:
Tiene la ciudad las torres
floreadas de cigüeñas
y corderinos de nubes
triscando en altas veredas …
En Riolobos, como en la mayoría de lugares, pueblan el tejado y la torre de la iglesia.
Es normal que en el folklore y en la literatura hallemos multitud de elementos que hacen referencia a sus características, migraciones (ya, cada vez, menos) y formas de vida. No hay que olvidar que en el folklore europeo el nacimiento se explica afirmando que es la cigüeña la que trae a los niños. También hay que recordar las coplillas y retahílas, con sus innumerables versiones, que decíamos en la infancia sobre la cigüeña:
Cigüeña, pata de leña,
pico de alambre,
que tienes a tus hijos
muertos de hambre.
Cigüeña, cigüeña
la casa se te quema
los hijos se te van
escribe una carta
que pronto volverán
En la poesía es inolvidable la imagen machadiana de «La blanca cigüeña / como un garabato / tranquila y disforme, ¡tan disparatada!, sobre el campanario». De don Antonio se podrían traer innumerables ejemplos. Y, por supuesto, de otros autores. La poesía está también poblada de cigüeñas. Recordemos un fragmento del poema de Fernando Villalón, «Señora cigüeña», en el que aparece una onomatopeya del crotoreo, ese sonido característico producido por el batir de su pico que abunda sobre todo en época de celo, y que también es un sonido para marcar su territorio.
Señora cigüeña
¿qué trae usted en el pico?
¿Será una serpiente?
¿Será un basilisco?
¿O será una carta
que le dio Dios mismo
y usted por los aires
volando ha traído?
Ka rratrak
Karratrak
Traka trak.
En la dieta de la cigüeña figuran culebrillas, ranas, renacuajos y otros bichos. En este sentido, hay una sorprendente canción, recogida por el folklorista segoviano Agapito Marazuela (1891-1983), que narra de forma muy bella la lucha de una cigüeña con una serpiente. Reproducimos la letra de la misma e insertamos la versión primera de Marazuela y otra del Nuevo Mester de Juglaría. No se puede olvidar la magnífica versión que hizo Eliseo Parra en «Viva quien sabe querer«.
La cigüeña (Agapito Marazuela)
Yo me quedé eclipsado
con la cigüeña
que estaba de batalla
con la culebra.
Como la picotea,
como revolotea,
como le tiende el ala
sobre la arena,
pica en el verde,
pica en la arena,
pica en los picos
de mi morena.
Ay que ver la cigüeña
cuanto nos vale
si no fuera por ella
cualquiera sabe.
Nos quita los reptiles
de los caminos
y nos mata los bichos
que son dañinos.
El gran folclorista Agapito Marazuela interpreta esta canción de La cigüeña de Villacastín, provincia de Segovia, en su disco «Folklore Castellano (Segovia, Ávila y Valladolid)».
Este vídeo busca como fin la difusión desinteresada de la cultura y música popular de Castilla y está exento de toda intención de ánimo de lucro.
FUENTE: https://enelarandel.blogspot.com/2024/03/hay-que-ver-la-ciguena-cuanto-nos-vale.html