EL MATERIAL RECOPILADO DURANTE EL PROCESO INICIADO TRAS LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA INCLUYE 40 FOLIOS DEDICADOS A RICOTE

POR LUIS LISÓN HERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE ALGUAZAS Y OJÓS (MURCIA) Secretario general de la RAECO:

Finiquitada la II República tras derrota militar, y a causa también de sus grandes errores de todo tipo; siendo ministro de Justicia Eduardo Aunós, en 26 de abril de 1940 se promulgó un Decreto, por el que el Ministerio Fiscal instruyó la denominada ´Causa General´, ante la gran cantidad de hechos delictivos que se habían producido prácticamente en toda España.

La ingente cantidad de materiales que dicha causa recopiló durante unos treinta años alberga un valioso legado, que reunido en 4.000 cajas fue depositado en el ´Archivo Histórico Nacional´ en 1980, a disposición de los investigadores y de cualquier persona interesada.

Lógicamente, entre el inmenso legado hay una parte dedicada a nuestro pueblo, que ocupa unos cuarenta folios, aunque también encontramos más documentos en otras piezas separadas.

En octubre de 1940 el alcalde de la villa, que por aquel entonces era Marcelino Maestre, recibió unos estadillos que debía rellenar para, una vez cumplimentados, remitirlos a don Felipe Cardiel Escudero, Fiscal que llevaba la causa en Murcia. El día 29 de dicho mes ya estaban redactados los tres documentos.

En uno de ellos figuraban los cuatro muertos y desaparecidos en el término municipal. En la relación de fallecidos violentamente se encontraban:

Bienvenido Sánchez Turpín, de 51 años de edad, propietario, miembro de Unión Republicana, y por entonces Alcalde de Ricote; que fue localizado el cinco de septiembre de 1936 en el paraje del Solvente, con dos tiros de escopeta en el costado derecho y uno de pistola en la cabeza.

Francisco Ortega Buendía, de 50 años de edad, propietario, Presidente de Acción Popular, que fue herido en la Plaza de San Pedro de un tiro de fusil en el vientre, que en estado preagónico fue trasladado al Hospital de Murcia, donde falleció el 29 de septiembre del mismo año.

Domingo Garro Montoro, Guardia Civil jubilado, de 62 años de edad, perteneciente a Acción Popular, y que había sido Juez Municipal en Pliego. Milicianos plegueros vinieron a buscarlo hasta su domicilio de Ricote, lo llevaron al ayuntamiento de dicho pueblo, y posteriormente dijeron que lo llevaban a Mula, aunque fue muerto de varios disparos en el Puente de la Sultana, sito en la carretera de Archena a Mula. Hecho que sucedió el nueve de octubre de aquel año.

David Moreno Gómez, de 42 años de edad, agricultor, fue detenido en la Fuente de la Bermeja por miembros de las fuerzas de Asalto. Al intentar huir de ellos, recibió un tiro en la espalda, que le salió por el vientre, y le dejaron abandonado allí mismo. Localizado aún con vida, fue conducido a Murcia, falleciendo en el Hospital Provincial el nueve de agosto de 1938.

En otro de los estadillos se dice que no se recogió ningún cadáver forastero en el territorio de la villa.

El tercero detalla los destrozos causados en el templo de san Sebastián en el mes de octubre de 1936: Destrucción completa y saqueo de las imágenes y objetos sagrados existentes en la iglesia parroquia de la villa, y profanación de las sepulturas existentes en los sótanos de ella. Destrozaron las imágenes a golpes de hacha, sirviéndoles luego de combustible para encender un horno de yeso. Un grupo de 16 personas figuran en la relación de responsables.

Las diligencias en Ricote eran llevadas a cabo por el Juez de Paz municipal, don José Álvarez Castellanos, a las órdenes siempre del Juez de Instrucción de Cieza, don Fernando  Dodero Pérez. Para las declaraciones de testigos se colocaron edictos en diversos lugares a fin de que informasen de los daños producidos en la localidad, en edificios públicos o dedicados al culto, con valoración pericial de los mismos, así como daños en propiedades de particulares, torturas y tormentos, y declaraciones de los familiares de los caídos.

Las testificaciones se practicaron en Ricote y Cieza. También en Valencia, ante don Leopoldo Castro, Fiscal de la ´Causa General´ en aquella ciudad, pues allí residía la viuda de Domingo Garro.

Por parte de la iglesia local depuso el nuevo párroco, don Amable Martínez Garrido, que dijo no poder informar sobre el valor de los daños causados por desconocerlos con anterioridad. Al daño de retablos, altares, imágenes y demás, añadió el del archivo parroquial, de origen antiquísimo, que fue incendiado y destruido.

Por ello se nombraron como peritos a Sebastián Saorín Salmerón y Francisco Avilés Moreno, quienes sin más detalles tasaron los daños causados en el templo en la suma de 150.000 pesetas. Afortunadamente se salvo el órgano costeado en el siglo XVIII por la familia Llamas.

Entre las diligencias consta la posterior inscripción de los fallecidos en el Registro Civil, cuando se pudieron conocer detalles concretos, pues no siempre fue fácil subsanar los fallos. Incluso los restos mortales costó a veces localizarlos. Domingo Garro fue enterrado con otros en una fosa común del cementerio de Mula. En su caso no se conformaron con matarlo, sino que después fueron al domicilio y tierras del fallecido y lo robaron y saquearon todo, talando los árboles, y causando daños por valor de unas 100.000 pesetas.

En 1947 aún se pedían datos sobre estos plegueros al juzgado de Ricote, siendo Juez don Trinidad Guillamón Guillamón; quien informó al Presidente de la Audiencia Provincial de Murcia, de que los individuos que le citaba no eran vecinos de Ricote, sino que al parecer lo eran de Pliego.

Los causantes de tales desmanes tuvieron suertes muy dispares, pues unos huyeron al extranjero, otros penaron en cárceles, algunos serían fusilados, e incluso uno se aplicó él mismo la pena, ahorcándose.

La ´Causa General´, en sus aproximadamente treinta años de recorrido, pasó por diversas manos, pues la responsabilidad de su Fiscal General se traspasó en 1954 al Ministerio de Justicia. El rigor de los primeros momentos, con la apertura de múltiples procesos, se fue diluyendo poco a poco, y quedó finiquitada de derecho con la promulgación del Decreto 10/1969, de 31 de marzo, por el que quedaron prescritos todos los delitos cometidos antes del primero de abril de 1939, fecha en que concluyó la llamada guerra civil.

Fuente: http://www.laopiniondemurcia.es/especiales/ricote/2018/01/ricote-causa-general-n1373_16_40642.html