POR JOSÉ DIONISIO COLINAS LOBATO, CRONISTA OFICIAL DE LA BAÑEZA (LEÓN)
Dejando a un lado el arco y puerta de salida sur, tomamos la antigua calle de la Parra, hoy de Juan de Ferreras. En la primera casa a mano derecha, sobre su fachada campeaba un gran escudo perteneciente al insigne bañezano don Juan de Ferreras García. Se trataba de un complicado blasón lleno de figuras; la parte de arriba timbrado con una celada y penacho de plumas; presentaba dos campos superpuestos, el interior estaba dividido en cuatro cuarteles, cuyas figuras son dos leones rampantes contrapuestos, un castillo, y la cuarta, como si se tratase de dos fichas de dominó, en una, barras y en la otra puntos o pozos. El campo exterior que lo rodea presenta seis cantones en los que se encuentran un castillo almenado, con torre también almenada; varias hileras de veros contrapuestos, y también, muy deteriorada, parece como si se tratara de una campana. Todo se encontraba muy orlado y floreado. Al derribarse el viejo edificio donde vivía y tenía su bufete el abogado y exalcalde don Pompeyo Lombó, se levanta la nueva edificación, dejando la fachada libre de él, sin saber hoy nada de su paradero; hubiese sido un gran acierto que, al levantar el nuevo edificio, se hubiese colocado este blasón en el mismo lugar, reflejando donde había vivido el insigne y erudito bañezano don Juan de Ferreras, y mostrando parte de la Historia Bañezana.
Continuando por la antigua calle de la Parra, hoy Juan de Ferreras, entramos en la actual calle de la República del Salvador, antes camino Viejo del Matadero que llevaba al puente de Ferraces. Hacia la mitad de la calle estaba la ermita de San Lázaro; parece ser que, sobre el lienzo de la fachada principal, encima del arco de su puerta de entrada, había un pequeño escudo de piedra granítica, coronado por una mitra y báculo episcopal; el campo en forma redonda, bordeado por una corona de espinos.
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Fuente: http://adelantobanezano.com/