POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN).
(Con D. Paulino Garófano, llegamos al final del listado de Hijos Adoptivos, desde el año 2001, en el que también fue nombrado el último Hijo Predilecto D. Miguel Hueta Vivo. Aunque esperamos la entrega del título a D. Manuel Medina González)
Llegó D. Paulino a Villanueva el año 1947. Venía de la ciudad de la Alhambra con su flamante título de farmacéutico y su credencial para hacerse cargo de la farmacia que durante largos años regentó D. Ramón Alcañiz. Un año más tarde contrajo matrimonio con la granadina Dª Maruja Plaza, de cuyo matrimonio nacieron ocho hijos. Pronto se convirtió D. Paulino en uno de los personajes más populares de la localidad.
Desde su llegada destaca por su religiosidad, nunca entendida como beatería, sino como un cristianismo sincero, pertenece y colabora con Acción Católica, Adoración Nocturna, Cofradías, Cáritas…
La farmacia de D. Paulino se convirtió en una referencia de la extensa comarca que va desde Villacarrillo hasta Villarrodrigo y pueblos del Condado. Su profesionalidad y la exactitud de sus análisis clínicos eran avales de garantía científica. El cuidado y salubridad de las aguas potables, en unos tiempos de escasez eran las funciones que más le preocuparon, junto con el análisis sobre los rendimientos de la aceituna que eran dogmas de tristeza o alegría para los cosecheros y cooperativas, como para el propio farmacéutico.
No podía faltar la tertulia en la rebotica, pero era una reunión atípica, no se jugaba a las cartas, ni se tomaba chocolate con “plumillas”, ni era lugar de críticas o intrigas políticas; se escuchaba música clásica o se comentaban las noticias de la prensa que llegaba con un día de retraso. En esta tertulia participaban D. Poli, médicos, notarios, funcionarios y cuando estaba en la ciudad, D. José Alberto Palanca era asiduo.
En numerosas ocasiones recibió peticiones para acceder al puesto de Concejal, respondiendo siempre con una cortés y agradecida negativa.
- Paulino y la amistad.- Desde su llegada a Villanueva supo cultivar este difícil arte. Su presencia en las calles de la villa era una referencia más como el Paseo o la Fuente de la Mina-. Con todos sus contertulios mantuvo siempre una sincera amistad.
Esta amistad y la total integración con todas las clases sociales la tenemos en D. Paulino, como director y animador teatral. D. Sebastián Herreros lo citaba como Director, junto con D. Francisco Jorquera, de la obra “Pastor y borrego” y años más tarde dirigiendo la obra de Muñoz Seca, “La oca” (Unión de obreros cansados y aburridos).
Villanovense siempre. Desde su llegada amó a este pueblo, se metió en la piel de sus vecinos y se ha considerado uno más de sus hijos. No llegó para estar unos años y marcharse. Aquí, donde nacieron sus ocho hijos, echó el ancla de su vida. Participó en todos los actos culturales, en los de exaltación religiosa y en los de solidaridad. Cuando pudo, tras su jubilación, buscar despertarse viendo en la lejanía las torres de la Alhambra, se quedó aquí para contemplar las cuestas y el contorno árabe de Iznatoraf-
“Aquí he tenido y tengo mis amigos, aquí moriré, aquí quiero descansar eternamente”-
Solidaridad.- Entre las virtudes de D. Paulino destaca la de la solidaridad. La solidaridad para que se ejercite tiene el emisor y el receptor, D. Paulino y el receptor. Tal vez el dossier de méritos no sea muy extenso, no se pueda leer en papel impreso, pero sí son numerosos los testimonios de los vecinos que confiesan los muchos favores recibidos en unos años difíciles de trabajo, de escasos ingresos, con una sanidad pública naciente, y con algunas medicinas que no podían adquirirse por su elevado precio, o unos análisis que no se podrían pagar. D. Paulino jamás miró el dinero de nadie, miró su salud y fueron numerosos los que salvaron la vida gracias a su generosidad. La solidaridad de D. Paulino tenía la cristiana categoría de caridad.
En 1986, con motivo de su jubilación, se le tributó un homenaje. En las Fiestas de 1990 fue nombrado Villanovense del Año, y el Colegio Provincial de Farmacéuticos le rindió un justo y muy concurrido homenaje en el año 2000.
En noviembre del 2004, y con plena lucidez y extraordinaria presencia de ánimo murió, D. Paulino. En su funeral, participado por todo el pueblo, su familia leyó una nota de agradecimiento a sus convecinos: “La familia de Paulino Garófano, os quiere agradecer con estas palabras todo el cariño y respeto que nos habéis demostrado en estos días tan difíciles para todos nosotros. No dudéis que vuestro apoyo y vuestras oraciones nos han sido gratificantes, aunque no sepamos expresarlo en estos momentos.
Pero no es sólo eso. Nuestra gratitud va para todo el pueblo de Villanueva, presentes y ausentes, que supo corresponder con homenajes en vida a todo el cariño que nuestro padre le demostró. Él dio su vida por Villanueva y sus vecinos, pero vosotros le correspondisteis ampliamente; fue un amor en dos direcciones. Por eso estamos aquí, su viuda y sus hijos, para cumplir el mayor deseo que tuvo, morir y descansar definitivamente en su pueblo, Villanueva”.
Gracias siempre estaréis en nuestros corazones”.
FUENTE: EL CRONISTA