POR MIGUEL GALLEGO ZAPATA, CRONISTA OFICIAL DE SAN JAVIER (MURCIA)

Cuando hace unos años de la mano de Marisol Gracia y Celso Sánchez, tuvimos el privilegio de visitar detenidamente y con todo lujo de detalles, las suntuosas instalaciones que, en San Javier y en la Carretera a Murcia, posee HIMOINSA “Hispana de Motores Italianos, S.A.”, dedicada al montaje de motores y generadores, impresionados por lo que acabábamos de ver, hicimos una modesta crónica y entre otras muchas cosas decíamos que felicitábamos a Himoinsa y le expresábamos nuestro ferviente deseo de que sigan llevando el nombre de San Javier por esos mundos, con el mismo prestigio que lo vienen haciendo hasta ahora.-

Como Cronista de la Villa y en uso de las facultades que me están asignadas, cumplo gozoso el honor de dejar constancia, aunque sea en los modestos medios a mi alcance que “a comienzos del siglo XXI, San Javier se encuentra dotado de una industria de maquinaria, creada y llevada adelante por un Staff importante, con la colaboración de una seleccionada plantilla de gente admirable, con una clientela de carácter nacional e internacional y con un futuro esperanzador”.

Hoy cuando leo en La Opinión que ha sido galardonada con el importarte premio de “Empresa del Año” por la Asociación de la Empresa Familiar no solo no me sorprendió sino que lo considero justo y hasta merecedor.

Recuerdo a Paco Gracia García, un joven emprendedor que pretendía a Marisol, una agraciada señorita, hija de nuestro amigo y pariente José Gómez Tudela, que siempre presumía que, como funcionario de la Academia General del Aire, le cortó el pelo hasta el Rey de España, entonces caballero cadete.

Mi amigo Paco hizo familia, educó a los suyos en la laboriosidad y hoy son su honra y, entre todos, han llevado a Himoinsa hasta los confines de la tierra, lugares a los que San Francisco Javier llegó en su vida misionera.