POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Ayer, por el aquel de los aconteceres políticos del momento, decidí leer poesía. Poemas festivos, alegres, satíricos…Y, casi de improviso, «di de bruces» con el largo poema «Vida del estudiante – Cartes del estoyu», escrito en 1908 por el jesuíta FÉLIX LÓPEZ DEL VALLADO (1853-1918), profesor en Deusto y antes de ser jesuita Registrador de la Propiedad en Trujillo.
Empieza así el poema:
.- PIN.- ¡Chacha… menistru Xuan! . ¿Quién lo dixera?
.-PACHA.- ¿Qué ye menistru, Xuan?
.- PIN.- ¿Q´ha ser , bobona?
Andar al rau del Rey, mandar a xente,
deci-i , pa siempre, ADIÓS A LA BORONA
PACHA.- ¿Y eso ye el mio Xuanín?
PIN.- Y entá has de velu
negru´l llevite, un paliquín con borla,
embutíes les manes en pelleya,
dir en coche afumando, q´aborona…
Mirar pa donde´l mire y arrodialu
co la cara melguera y combayona…
¡Q´ansí ye el mundu, Pacha, y non te esmuelgues
en pensar que dacuando fo otra cosa».
Pues en estas estaba cuando, no sé la causa, recordé aquella tonada, «A LA PIPIONA», armonizada por el maestro Lavandera hacia 1920 e interpretada por primera vez por el corverano Ángel González, «el Maragatu», apodo de su familia cuyos padres tenían pensión en Oviedo, Campo de la lana , donde se alojaban gentes de la maragatería leonesa cuando venían a Oviedo a vender sus mercancías.
Bastantes años después -creo que ya superada la guerra civil de 1936-39- esta tonada fue interpretada magistralmente por el mierense de Oñón, «Almirante de la Canción Asturiana» (calificación debida al recordado Ricardo Vázquez de Prada), e hijo adoptivo de Oviedo.
JUAN MENÉNDEZ MUÑIZ, «JUANÍN DE MIERES» (1905- 2003).
Por si alguno lo ignora, LA PIPIONA no es apodo que corresponda a alguna mujer, sino que era el nombre de la primera mina de hulla que se abrió en el Valle del Nalón; si no me equivoco en la zona de El Entrego.
Dice así la canción:
«A la Pipiona,
a la Pipiona, madre,
a la Pipiona,
porque me dan CASTAÑES,
LLECHI Y BORONA.
Por una duda
dices que no me quieres,
por una duda.
Y esa duda villana
siempre fue tuya,
Carboneru, vuelve,
que estoy sola y no puedo
olvidar aunque quiera
al carbonero…»
Observen lo que testimonia esta canción. una mala alimentación en la gente minera («castañas, leche, borona») y el apodo de «carboneros», que no mineros, a las gentes de la minería del carbón.
Bueno, bueno… ¿Y qué receta damos hoy?
Pues miren, aunque les resulte extraño consta tradicionalmente que en las zonas ribereñas de los ríos Nalón y Narcea solían elaborarse, en tiempos de no veda de pesca fluvial, BORONAS PREÑADAS DE TRUCHAS, de modo análogo al seguido en los pueblos de costa para preñar borones con sardinones.
Así se preparaban:
Una vez dispuesta la masa como se indicó en trabajos anteriores, se preñaba la borona con lomos de trucha (antes de río, hoy de piscifactoría) que previamente se «habían pasado por la sartén».
En realidad, por la sartén se pasan las truchas enteras (evisceradas y limpias) y, ya casi fritas, se sacan y se seleccionan los lomos sin espinas.
El mismo proceso se sigue para un relleno de sardinas grandes («sardinones»), a las que se aconseja eliminar la piel una vez fritas o asadas a la plancha.
A lo mejor, en el cercano FESTIVAL DE LA BORONA, en Colunga, se presenta alguna pieza con estos rellenos. Por si acaso, no dejen de asistir a él el domingo 12 de mayo.