POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA- CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA).

Desde tiempo inmemorial, a la izquierda de la antigua carretera de Villanueva, hoy llamada Carrerón de la Aceña, haciendo frente con la avenida de los Reyes de España», a la altura del brazal del lavadero, nace un camino sinuoso que cruza gran parte de la vega uleana hasta llegar al lugar en donde estuvo enclavado el embarcadero sobre el río Segura, con su muelle, sus maromas y la cantina que tenían la familia Vicente «Los Barqueros».

Pues bien ese camino de cabras, de herradura y peatonal, ha seguido ensanchándose paulatinamente a costa de los dueños de las fincas colindantes, en donde se han construido viviendas, se ha canalizado y embovedado el brazal y se han electrificado muchas viviendas. Además, se han dotado de agua potable de los canales del Taibilla. 

Sí, a ese camino, que también se le llamaba «Camino del jazminero», acceden vehículos rodados, de carga y particulares, así como caballerías, motos y bicicletas, desde la calle Carrerón de la Aceña.

Auspiciados por varias familias que viven de forma permanente en los aledaños de esta red viaria, solicitaron del Ayuntamiento que se le diera más anchura y que se protegieran los brazales, con el fin de que pasaran vehículos de carga y descarga, con puntos intermedios en el que poder orillarse para dar paso a otros que circulaban en sentido contrario.

Tras ser llevada a Pleno, dicha solicitud, la Corporación Municipal-sin ninguna abstención- tomó la decisión de aprobar la petición y, el camino que se desliza por la parte central y más frondosa de la vega uleana y discurre desde la conjunción con la calle Carrerón de la Aceña hasta el paseo ribereño del río Segura, tomó el nombre de «CALLE HUERTA» o «CALLE DE LA HUERTA», como así se hace constar a la entrada y salida de dicha calle; con sendas indicaciones.

FUENTE: CRONISTAS