POR AGUSTÍN DE LAS HERAS MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE VALDEPIELAGOS (MADRID)
Decía Alcifrón en el siglo II que los cínicos, no los que actúan con falsedad y se les llama así hoy día, casi todos de oficio y beneficio en la política, la religión y el amor, sino los de la Escuela Cínica a la que pertenecía Diógenes, que un cínico era otra cosa. Que eran individuos que aspiraban a identificarse con la figura del perro, por la sencillez y desfachatez de la vida canina. Usaban barba, ¿quizás gafas? llevaban alforja y cayado, practicaban juegos de palabras a manera de metodología a aquellos que proponían ideas y teorías incomprensibles. Y eran maestros del gesto, el humor y la ironía. Que tomaban como escenario la naturaleza y los animales e invitaban al alboroto de toda sepultura, total, es un lugar al que siempre se llega…
Por eso hoy quiero poner alguna acepción más a mi curriculum. Y no como conjunto de méritos para conseguir algo sino como hoja de vida para que podáis alejaros de mí y no os engañéis.
Hijo, madrileño, español, pichola y canturdeos, nieto de castizos, valdepielagueños y sisanteños, primo, sobrino, parvulito, sufridor de sectas ajenas, estudiante aguirreño, compañero, bachiller del San Isidro, entrenador de baloncesto, viajero, quinto, soldado, policía militar, escolta, universitario, informático, novio, amante de Quintanilla de Nuño Pedro, marido, contable, jefe y empleado, huérfano, tío, padre, brazacorteño de corazón, escribiente, ganador de concursos literarios, parado, universitario otra vez, graduado, administrador de fincas, conseguidor de imposibles comunitarios, empresario, escribiente otra vez, Nadie, pregonero en Brazacorta, amigo de mis amigos, odiador de la hipocresía y la mentira, soñador, romántico, cínico, hereje, autista, escribiente de un patio de aquel colegio, sobreviviente de una pandemia, escribiente de los De las Heras, investigador de fueros, cronista de Valdepiélagos, caminante ya de mi propio camino, agnóstico de mí mismo, presidente de cronistas madrileños, pregonero de nuevo y de momento… creo que existo.