POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)

Creo que fue Rocío Jurado quien cantó la historia de «La Niña de Puerta Oscura», aquella jovencita que «con ojos de calentura y boca como un clavel» se dio de cara con el sinvergonzón de Manuel Centeno que le susurró aquello de «Limonar,/ debajo de un limonar/ limonar; / de conchas y caracolas/ le voy a hacer a mi Lola/ una casa de coral». Y, claro, lo que le hizo pues ya se lo suponen ustedes y lo acredita el cantar: «Bordando pañales pa su criatura/ lloraba caudales la de Puerta Oscura…».

El limonero, por la sombra y el «refugio» que brinda su ramaje perenne, regala el don de sus frutos, flores y hojas que, además de la riqueza de su aroma y sabor ayudan, en opinión de Laguna (médico que fue del rey Carlos I de España y V emperador de Alemania ,y para los asturianos «don Carlos el de Tazones») «a fortificar admirablemente el corazón y el estómago y a esforzar la virtud vital».

Los días de CARNAVAL (antroido, entroido, antruejo, antroxu…), que ya están próximos, son días de excesos en el comer, en el beber, en «bailar y danzar y dar vueltas al aire», y la dulcería de sartén (frixuelos o cereisolos, flores, orellas de frade, rosquillas de anís…) está a la orden del día. Y dentro de ese abanico dulcero carnavalesco están presentes -y con singular presencia en Galicia y en el occidente asturiano, las HOJAS DE LIMÓN, que por allí dicen FOLLAS DE LIMÓN (no, no piensen mal y lo asocien a lo de la moza de Puerta Oscura). Se elaboran así: Con huevos, azúcar, leche , harina y un puntín de sal, todo bien batido, se prepara una pasta ligera y homogénea, pero que ofrezca una cierta «consistencia de rebozo»; en ella se bañan, una a una, hojas de limonero (que han de mantener su rabillo o pedúnculo), debiendo quedar cubiertas con la pasta, e inmediatamente se fríen en abundante aceite no demasiado caliente; se sacan y se disponen sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite de su fritura, se espolvorean con azúcar y… a disfrutar de y con ellas.- ¡¡¡ Ojo !!!: las hojas no se comen, solamente sirven para aromatizar ; hay quienes, tirando del rabillo, las sacan de la pasta una vez frita.