POR JOSÉ RAIMUNDO NÚÑEZ-VARELA Y LENDOIRO, CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE BETANZOS (LA CORUÑA).

A las 20,00 horas del pasado 5 del corriente, tuvo lugar la entrega del 17º Premio Luis Ksado de creación Fotógrafica, promovido por la Excma. Diputación Provincial, a la familia del ilustre artista brigantino don José Veiga Roel, acto anunciado para celebrarse en el salón Azul del Edificio Archivo del Reino de Galicia de Betanzos, y que debido a la gran concurrencia de público tuvo que trasladarse al cercano teatro Alfonseti, igualmente de propiedad municipal.

Tras la intervención del comisario del premio y académico de la Real Academia Gallega de Bellas Artes don Xurxo Lobato, seguido del director del Museo das Mariñas de Betanzos don Ángel Arcay Barral, hizo uso de la palabra don José Raimundo Núñez-Varela Lendoiro, Cronista Oficial de la ciudad de Betanzos, quien inició su turno en la mesa redonda con la salutación a la Ilma. Sra doña María Barral, Alcaldesa de la Ciudad, a la Ilma. Sra doña Natividad González, diputada de Cultura de la Diputación Provincial, en la que también se encontraban,  a los dos conferenciantes precedentes, a la familia del homenajeado, autoridades y a las señoras y señores asistentes, para proseguir con la lectura de la siguiente disertación:

MEMORIA DEL GRAN ARTISTA DON JOSÉ VEIGA ROEL

Desde muy corta edad tuve el privilegio de tratar al señor don José Tomás Veiga Roel (Betanzos 9-febrero-1894, 9-febrero-1976) en razón a la amistad que mantenía con mi familia, como vecinos e industriales en la misma Calle de la Plaza y paso obligado por compartir la acera que daba acceso a sus respectivos establecimientos comerciales, una circunstancia que facilitaba las buenas relaciones entre ambas casas hasta el punto de haber adoptado como ahijado a mi único hermano Nacho (Ignacio), como amigo de su allegado Pancho (Francisco Sánchez López).

Recibió su primera instrucción en la escuela de San Francisco, en la que fue su maestro el ilustre profesor don Ezequiel Suárez Blanco. Posteriormente y debido a su inclinación por el dibujo, sus progenitores estimaron oportuno que asistiera a clases con el experto local don Juan Agustín Navaza Martínez, magnífico artista y extraordinario caricaturista brigantino que contribuyó a su inicial desarrollo en las técnicas del arte. Una etapa juvenil en la que completaría su formación de forma integral y decisiva con el erudito artista e historiador brigantino don Francisco Javier Martínez Santiso, de cuyo aprovechamiento son buena muestra las magníficas caligrafías, miniaturas y dibujos realizados en su etapa más temprana, conocido por sus alumnos como don Paco, y al que recordaba tras su fallecimiento (27-10-1934) como “… el culto profesor de nuestros años mozos, tan amable y comprensivo, tan ponderado en sus juicios que siempre se le escuchaba, más que con respetuosa atención, con unción casi religiosa… además de profesor de sólida preparación cultural, un sagaz cultivador de otras actividades, tales como la arqueología, caligrafía y pintura, revelándose en ésta como artista de refinada sensibilidad… maestro inolvidable”, (Revista Galicia Industrial y Comercial, La Coruña, mayo de 1935). Y profesor que había sido anteriormente del afamado pintor y buen amigo don José Seijo Rubio en su juventud, siendo vecino de Betanzos, quien demostró asimismo los conocimientos adquiridos en caligrafía y dibujo con la publicación de la “Teoría y Práctica del Arte de escribir” (La Coruña 1916), ciudad en la que impartía clases de esta materia y de dibujo en el Instituto General y Técnico y en la Escuela Profesional de Comercio.

Con diecinueve años, sus dibujos de las iglesias de San Francisco, de Santiago y de la tumba de Fernán Pérez de Andrade, a lápiz y a tinta, le acreditaban como un experto artista de la corriente realista que alcanzaría el hiperrealismo en sus obras más detallistas, siempre de trazo firme y genial concepción. Éstas y muchas más de sus obras encontrarían destacado espacio en numerosas publicaciones locales, como en la guía de Betanzos de don Antonio Núñez Díaz, en los programas oficiales de las fiestas patronales o en los anuarios brigantinos, como también en las revistas del “ Centro Cultural Betanzos” de Buenos Aires, de las que era representante en Betanzos en 1931, amén de ilustrar numerosos trabajos del cronista oficial don Francisco Vales Villamarín, nuestro ilustre antecesor, y alguno del mencionado Sr. Martínez Santiso. Igualmente habría de participar con sus dibujos en varias exposiciones provinciales del año 1923, como en la Regional de Bellas Artes de Santiago y en la de Arte Gallego de La Coruña, y posteriormente, en 1935, le fue otorgado el diploma de Honor en el II Certamen Regional del trabajo de Galicia, sección de Bellas Artes, celebrado en Ferrol. Una dedicación que también le llevaría a la realización de encargos privados y por parte de la Administración, como serían diplomas o títulos de distinciones oficiales y honoríficas, sin olvidar el pergamino del Libro de Oro de la Ciudad, y también el diseño de las medallas e insignias municipales, que posteriormente los respectivos ayuntamientos encargaron a la joyería Malde de La Coruña, todos ellos realizados con sumo gusto y pulcritud.

Formaba parte del equipo que había sacado a la luz el periódico “Rexurdimento”, boletín quincenal de la Irmandade da Fala de Betanzos, cuyo primer número vería la luz el 1º de agosto de 1922. Identificada la publicación como órgano de los intereses mariñanes, no podía haber encontrado mejor valedor en cuanto al amor que sentía por su tierra, como manifiesta en su artículo “Nai e Patrea”, aparecido en el ejemplar anteriormente citado. En el siguiente número del primero de septiembre encabeza el rotativo con su trabajo “Nosas rúas”, todo un cántico al paisaje y a la enmarañada morfología del recinto amurallado “…recunchos máxicos, sumidos en gratas penumbras…”, ilustrado con su magistral dibujo del “…sombrío e veneravel alciprés…” que desde lo alto de la Calle Sánchez de Taibo se elevaba a los cielos desde el siglo XVI, lamentablemente talado a principios de 1932 por su nuevo propietario don Manuel Lousa Díaz.

Asimismo sería portada del número cuatro, del día 16 del mismo mes y año anteriores, su extraordinario artículo “A Porta das Doncelas”, una seria y oportuna llamada de atención a las autoridades para la preservación y conservación del patrimonio, ante la alarmante y pretendida novedad del derribo de la Puerta del Puente Nuevo al efectuarse la remodelación de la Calle Ana González, antigua de San Francisco, para convertirla en una vía de elegante urbanización con cambio de nombre incluido, como homenaje a su promotor el benefactor don Gonzalo González “El Cubano”. En el que asimismo manifiesta su disconformidad con la demolición de las capillas de la Orden Tercera y de la Vera Cruz, en inaudita decisión franciscana consumada el 1º de mayo de 1916. El contenido de este artículo, que por desgracia y conceptualmente ha mantenido su actualidad hasta el presente, es digno de figurar en los anales de nuestra Historia, como muestra de un esperpento más de las barbaridades realizadas en aquella época y de advertencia a las nuevas generaciones para prevenir semejantes desatinos en el futuro, amén de requerimiento a las autoridades locales “…as que estan no primordial deber de preservar de toda irrevenza o patrimonio artístico do povo, fonte inagotable dos puros goces e das espirituais sensaciós “, como asegura el autor y pensamiento que goza de imperiosa actualidad, que compartimos.

Durante la II República resultó elegido como concejal de la Excma. Corporación Municipal de su ciudad, a la que también había pertenecido su padre don José Antonio Veiga López como concejal Interventor de Fondos Municipales, a partir del 1º de enero de 1914, y cargo del que tomó posesión en la sesión constituyente del 6 de junio de 1931, tras los resultados de las elecciones celebradas el 31 de mayo anterior, y que ejerció hasta el mes de julio de 1936 en que tuvo lugar el Alzamiento Nacional. Un periodo muy agitado de nuestra Historia, al que hizo frente con su entereza y bonhomía habituales, según entendía don Francisco Javier Martínez Santiso, su antiguo profesor y Asesor Artístico del Ayuntamiento por entonces, en sus “Apuntes Históricos de Betanzos”, al señalar el comportamiento de sus colegas del concejo en el mes de julio de 1933, entre los que “… Hay un independiente el Sr. Veiga Roel, que resulta un concejal decente y bien intencionado…”. Una apreciación esta última que el propio interesado dejaría bien clara en la acta de la sesión extraordinaria del 15 de enero de 1934, en la que cabalmente consta que “… El Sr. Veiga dice que él no viene a las sesiones traído por nadie, sino con una independencia absoluta, lo cual no les pasa á muchos Sres Concejales….”, reafirmando su condición de liberal e intervención efectuada con el tono de voz firme, claro y amable, que le eran característicos.

Por esta época era socio y participaba en la directiva de la prestigiosa Sociedad “Brigo Club”, a la que defendió con entereza y convencimiento desde su cargo de concejal, ante la pretensión de anular el contrato de alquiler del local que ocupaba en la nave derecha del edificio Archivo del Reino de Galicia, por parte de la mayor parte de la Corporación que calificaba a sus socios de conspiradores, y actitud que el señor Veiga Roel negaba con rotundidad en una sesión municipal del año 1933. También lo era de la Sociedad “Liceo Recreativo de Artesanos”, de la que llegaría a ser su Presidente en 1961, un año de gran significación por cumplir el primer Centenario, con la programación de conferencias, exposiciones de arte y fotografía, representaciones teatrales, actuación de agrupaciones folklóricas, y Juegos Florales a celebrar durante las fiestas de agosto en honor del glorioso San Roque, insigne patrono de Betanzos (Vida Gallega, n.º 769, junio de 1961), sin faltar los famosos y tradicionales bailes de salón estivales.

Otra de sus facetas artísticas vería la luz a través de la cámara fotográfica, con resultados de extraordinaria calidad obtenida en cuanto plano interesaba a su objetivo, y actividad en la que logró numerosos primeros premios en certámenes nacionales e internacionales. Desde su introducción en el mundo del arte fotográfico sus obras aparecieron en todo género de publicaciones como en la citada“Galicia Industrial y Comercial”, en la susodicha revista del Centro Betanzos de Buenos Aires, en los programas de las fiestas de San Roque, en el boletín de información municipal del Ayuntamiento de Betanzos en Agosto de 1955, en la revistas “Marineda”, “ Galicia. Revista Anual de Turismo”, “La Coruña – paraíso del Turismo”, “Vida Gallega”, en el “Anuario Brigantino”, por poner algún ejemplo, y en general en números especiales de la prensa regional y nacional. Al igual que expuso sus fotografías en el Centro Gallego de Buenos Aires en 1955, dos años después obtuvo el premio Mafe, S.A., para autores españoles en el XXXII Salón Internacional de Fotografía Artística de Zaragoza, y en este mismo año las presentó con gran éxito en el Club Imperio de La Coruña, establecido en el edificio de La Terraza de los jardines de Méndez Núñez, entre otras, que contribuyeron a dar a conocer al mundo las bellezas de su tan querida ciudad y su tierra de Las Mariñas, con sonados admiradores como don Eduardo Blanco Amor, que se trasladó para conocerlo “en su Betanzos” universal.

Su vida profesional estuvo centrada en el establecimiento de tejidos El Globo, fundado por sus padres en el bajo de su casa de la antigua Calle de la Plaza y actual Rúa do Castro n.º 23, que recibió en herencia, y actividad en la que se da de alta en Betanzos el 28 de abril de 1940 (Archivo del Reino de Galicia. Fondos Modernos, Hacienda legajo S.G.799), y edificio para el que solicitó permiso de obras en el Ayuntamiento, con fecha 15 de julio de 1942, con el fin de reformar la fachada para la construcción de miradores, al unísono de remodelar el espacio comercial. Aparte de esta actividad mercantil se preocupó de la administración de sus bienes urbanos, y de la explotación de lúpulo en alguna de sus propiedades rústicas, que compartía con su gran pasión por la caza, de la que era un gran aficionado.

Tan pronto alcancé el uso de razón, comprendí que se trataba de una persona íntegra, amable, afectuosa, generosa y de muy amplia cultura, siempre dispuesto a compartir sus conocimientos e ideas de forma agradable y cordial con sus amigos, en actitud de atención selectiva y de rápida y justa respuesta, lo que unido a su trato caballeresco y señorial, me afirmaron en la convicción de estar ante un ilustrado del que debía aprender, como así aconteció. Por su parte, restaba importancia a los trabajos que me iba mostrando, si bien los desgranaba con atractivas explicaciones para facilitar su comprensión, y con el privilegio de recibir alguna de sus obras como obsequio. Con el paso del tiempo me identificaría con sus premisas en mis escritos e investigaciones, que a su vez le pasaba para contar con la sabia opinión y buen criterio de tan exclusivo instructor. Igualmente en cuánto al devenir de las actividades artísticas en las que intervenía, tanto personalmente como a través de las asociaciones juveniles de las que formé parte, y que gozaron de amplia participación y éxito según es bien sabido por todos.

A petición del Grupo Untia, Seminario de Estudios Mariñanes, del que fui uno de sus socios fundadores, el Alcalde hizo suya la iniciativa de nombrar a don José Veiga Roel Hijo Predilecto de la ciudad a título póstumo, por acuerdo municipal aprobado en la sesión plenaria ordinaria del 12 de junio de 1980, y cuatro meses después, el 31 de octubre, en un solemne acto en la Casa Consistorial le hizo entrega a su familia del correspondiente diploma, en el que consta que le fue concedida dicha distinción “… por su fecunda y desinteresada labor artística en pro de la urbe brigantina…”. Del mismo modo, en la sesión extraordinaria del 25 de marzo anterior, fue aprobado por la Corporación el cambio de denominación de la 2ª Travesía del Progreso, para que en adelante se llamara Calle de José Veiga Roel.

Con motivo del centenario de su nacimiento, la Excma. Corporación en la sesión plenaria ordinaria del 22 de julio de 1994, aprobó por unanimidad dar el nombre de “ Alameda J. Veiga Roel “ a la formada en el entorno del edificio Archivo del Reino de Galicia, sugestivo espacio de respeto y esparcimiento, tan cercano al homenajeado por su reconocida actividad asociativa con sede en este noble palacio, según va dicho. Fue así como el 13 del siguiente mes de agosto, el Alcalde le hizo entrega a su viuda doña Consuelo Sánchez Sánchez de una placa conmemorativa, en presencia de la familia, en un solemne acto celebrado en la Sala Capitular del Ayuntamiento, seguido de una función en la iglesia de San Francisco, del descubrimiento de la nueva placa en la Alameda y la posterior inauguración de una exposición de Dibujos y Fotografías de su autoría en el edificio Archivo, organizada por la Coral Polifónica de Betanzos, que asimismo editaba una magnífica obra titulada “J. Veiga Roel. Dibujos-Caligrafías”, con el patrocinio del Excmo. Ayuntamiento, y actos a los que tuve el honor de asistir.

Es de agradecer la iniciativa de la Diputación Provincial de La Coruña de celebrar el 17º Premio Luís Ksado de Creación Fotográfica en nuestra querida Ciudad, en homenaje al Fotógrafo histórico don José Veiga Roel, a quien me he referido con las limitaciones de tiempo que impone la participación en una mesa redonda, aunque esperanzado de haber estado al nivel de las circunstancias y de no haber defraudado la memoria de tan ilustre artista y amigo.

José Raimundo Núñez

Seguidamente intervino doña Natividad González, y a continuación como cierre de las intervenciones lo efectuó doña María Barral Varela, procediéndose a continuación a la entrega a la familia Veiga Roel del correspondiente diploma, que recibieron de sus manos en el escenario con el caluroso aplauso de la concurrencia, dándose por finalizado el acto en honor del homenajeado.

FUENTE: http://www.cronistadebetanzos.com/homenaje-al-fotografo-historico-don-jose-veiga-roel/