POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
El colectivo de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales de Asturias (nótese el localismo) pide el fin de las agresiones que sufren, sobre todo los menores en el entorno escolar, aunque sabemos que también los heteros sufren acoso de viles y déspotas. El ultraje y la deshonra se concilian con la ignorancia y el abuso. De igual manera, sufren agresiones los bebés, la mujer, los animales, el bosque, los ríos, la montaña…, incluso uno se maltrata a sí mismo. El violento ya buscará a sus víctimas. De ahí que esas protestas de colectivos débiles quejosos de su situación deberían formar parte de una protesta sin apellido, como recomendaba Martin Niemöller con aquel “Ellos vinieron”, atribuido por error a Bertolt Brecht. Todos somos objeto de profanación cuando nos encontramos entre los débiles, y sujetos abusadores si se tercia. El grito es: ¡No a la violencia!
Fuente: http://www.lne.es/