POR PEPE MONTESERÍN, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Anteayer, por acuerdo de la ONU, se celebró el Día Mundial del Retrete; ¡mecagüen, se me pasó! El inodoro, como denominamos los técnicos al retrete en nuestras mediciones, fue y sigue siendo un pilar fundamental en mi vida (imposible decir lo mismo de la placa turca), tanto por su valor sanitario como por el cultural, puesto que sentado en sus bordes leí grandes obras literarias; no tanto “Guerra y paz”, o “En busca del tiempo perdido”, para estreñidos, como novela corta: “La metamorfosis”, “San Miguel Bueno, mártir” y otras. Lamento haberme olvidado de tan insigne efeméride, que casi coincide con la publicación en papel de la sentencia de los ERE, una oportunidad para darle buen uso a la noticia y arrojar con ella al inodoro el honor de Griñán y de Chaves, honor que todavía defiende la diarrea mental de algún político al aducir que estos condenados no se llevaron dinero; ¿se llevaron dinero los violadores de la manada?
Fuente: https://www.lne.es/