EL CRONISTA DE COLUNGA, JOSÉ ANTONIO FIDALGO, LE ENTREGÓ LA ESTATUILLA Y EL HOMENAJEADO DECLARÓ SENTIRSE «EMOCIONADO POR SEGUIR RECIBIENDO DISTINCIONES DESPUÉS DE TANTOS AÑOS»

La localidad colunguesa de Huerres finalizaba ayer su III Festival del Oricio con una multitudinaria presencia de visitantes atraídos por un doble motivo: el interés en degustar oricios y sidra y la presencia de Enrique Castro ‘Quini’, que tenía que recibir el Oriciu de Honor en su primera edición.

Durante los dos días que duró la actividad gastronómica se despacharon en Huerres 700 kilos de oricios y decenas de cajas de sidra. El reclamo estrella, el más sugerente, era la oferta de una docena de oricios, crudos o cocidos, con botella de sidra, al precio de doce euros. Pero los oricios también sirvieron como condimento base para otras tres especialidades: empanadas, croquetas y pimientos rellenos.

El festival del oricio en Huerres responde a una idea lanzada por los lugareños Juan Riestra y Javier López, que cuentan con la desinteresada colaboración de tres decenas de vecinos, en su mayoría mujeres. Ellas llevan el bar y se encargan de despachar y cocinar en directo con un pañuelo de color naranja, el de las huevas del oricio, atado al cuello.

Pero la mayoría de los asistentes habían llegado a Huerres atraídos por la presencia de Quini, el genial futbolista y goleador asturiano que defendió las camisetas del Sporting y el Barcelona. A Quini le reconocía Huerres con el primer ‘Oriciu de Honor’, galardón que llevaba aparejada la entrega de una estatuilla elaborada por el escultor Kiko Urrusti.

De presentar a Quini ante la multitud se encargó Xuan Xosé Sánchez Vicente, escritor, ensayista y fundador del Partíu Asturianista. En realidad, Sánchez Vicente transmitía el mensaje que le había encomendado el vecino Juan Riestra, que no pudo acudir al acto al haber sufrido importantes heridas el día anterior cuando participaba en una reivindicación laboral por el cierre de la fábrica de Coca-Cola.

Sánchez Vicente cumplió la misión encomendada de forma sobresaliente y explicó que Huerres reconocía en Quini «a un chaval de Llaranes que consiguió que el nombre de Asturias sonara en toda España, así como su gran capacidad de superación ante la adversidad». Y como ejemplo de superación citó «el secuestro que sufrió y la muerte de su hermano Jesús Castro en una acto heroico».

El cronista de Colunga, José Antonio Fidalgo, le entregó la estatuilla a Quini y el homenajeado declaró sentirse «emocionado por seguir recibiendo distinciones después de tantos años». Comentó Quini que «los oricios me chiflan, sobre todo abrirlos a palanca y chupar luego los dedos». Y deseó a los vecinos «que sigáis manteniendo esta fiesta con el paso de los años».

Más allá del matiz gastronómico y festivo de las jornadas celebradas en Huerres, el festival del oricio ofrece tintes solidarios al colaborar con la Fundación Vicenciana de Gijón, que recoge ropa, y con la Fundación Sanfilippo B, que recibe ayudas para luchar contra el trastorno neurovegetativo conocido como el síndrome de Sanfilippo.

Fuente: http://www.elcomercio.es/ – Guillermo F. Buergo