POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JÁEN).
Continuamos la calle de la hornacina de la Encarnación, hasta llegar a la calle contigua, pequeña, corta, estrecha llegamos a la calle Santa Teresa. Sobre una pequeña casa contemplamos en su fachada restaurada, una pequeña verja de hierro que protege una hornacina con una imagen de Santa Teresa.
No hay documentación escrita que nos confirme el paso de Santa Teresa por esta localidad y calle. Por lo que no se tiene el rigor de la documentación escrita, nos basamos en el testimonio de nuestros mayores. Así me lo comunicaron los “maestros de la tradición oral”, Francisco Martos, José Luis Nula y Simón, Nieto”el de las Ánimas”, hace largos años.
Copio el texto del Cronista de la provincia D. Alfredo Cazabán, que en una visita y texto sobre Villanueva escribió, en D. Lope de Sosa del año 1930: “en aquella plaza de donde arranca la cuestecilla en que aún existe la casa en la que pernoctó Santa Teresa de Jesús; plaza de corridos balconajes terrados abiertos y viejas construcciones del siglo XVI, hay sobre el alto pretil que es escabel de uno de sus frentes una antigua morada en donde el Círculo Unión Patriótica está instalado”.
Pedro Aliaga nos escribió: “Siguiendo a el célebre escritor e historiador Manuel Muñoz Garnica, canónigo de la catedral de Jaén, escribió y publicó una biografía de San Juan de la Cruz cuya lectura es un puro deleite, tanta es la unción con que presenta los hechos del Santo y la belleza literaria con que se expresa. Confieso que no conocía esta biografía, hasta que hace unos días encontré un ejemplar en nuestra biblioteca histórica de San Carlino, llevándome una grata sorpresa. San Juan de la Cruz. Ensayo histórico, publicado en Jaén, en la Imprenta de los Señores Rubio, 1875.
Hablando de Santa Teresa de Jesús, Muñoz Garnica afirma haber estado en Villanueva, visitando la casa donde, según la tradición del pueblo, se hospedó la Santa. Estas son sus palabras: «Una vez pasó Santa Teresa de Jesús por Villanueva del Arzobispo, yendo o viniendo de la fundación de Veas: tres siglos después, el nombre de Santa Teresa se lee en el azulejo de una de sus calles: todavía está en pie una casa pobrísima, donde es fama que se hospedó la Santa: en la casa existe una imagen de la ilustre reformadora, ante ella un farolillo, y los infelices inquilinos recogen limosnas para que por la noche no falte aquella luz. Pasando yo por Villanueva compré aceite y encendí el farolillo: hay placeres que no se pagan con todo el oro del mundo»
Contigua a la calle Santa Teresa está la calle Iglesia. Llegamos tarde para fotografiar otra hornacina similar a la de la Encarnación situada frente a la casa de los Vélez, que también sufrió destrozos en el periodo de la guerra civil. Un anticuario insistió varias veces a los dueños de la casa donde se ubicaba la hornacina y la perdimos para siempre.
No se respetó la normativa de protección del patrimonio de un pueblo y las medidas que se deben de tomar en el momento adecuado.
En ambas hornacinas de la Encarnación no se celebraban fiestas especiales, en las calles donde estaban ubicadas. Si se reunían un grupo de piadosas mujeres para rezar el rosario durante el mes de mayo. Era obligatoria la parada cuando se rezaba el Rosario de la Aurora, entonándose la Salve a la Virgen.
FUENTE: CRONISTA