POR MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO (JAÉN).
El fervor de las misiones llegó a la localidad en los años cincuenta. Uno de los barrios emblemáticos que se distinguió por su religiosidad fue el de la Magdalena o Camino Viejo. Solicitaron los vecinos la colocación de una imagen en la explanada, cercana a la fuente inaugurada en 1935, que aún daba agua a sus vecinos. La Virgen de Fátima tenía una gran devoción en Villanueva, y fue el motivo por el que construyeron una hornacina y por suscripción popular costearon la imagen de la Virgen de Fátima. El Pleno del Ayuntamiento aprobó las obras en 1953, aunque en la hornacina pone como fecha 1955.
Nunca debió perder el barrio la advocación a María Magdalena, ya que desde 1700, se le daba culto en una ermita cercana, hoy desaparecida.
Con el paso de los años la imagen debió ser restaurada por el artista Cayetano Fernández Herreros.
Esta tradición se mantiene en la actualidad, celebrándose una fiesta en el barrio, en el mes de mayo, el sábado más próximo al día 13, con una verbena, y la Eucaristía el domingo. En numerosas ocasiones la imagen procesiona hasta el Santuario de la Virgen de la Fuensanta.
El artista José Luis Ruiz Lozano con variados trabajos y pinturas realizadas en la localidad añadió a la hornacina un relieve de estilo barroco, en la parte central inferior se encuentran las iniciales del Ave María, colocado en mayo de 2018.
Esta pieza, es la primera del proyecto de la capilla de la Virgen de Fátima.
El trazo del proyecto es la realización de un retablo que será finalizado con dos relieves a ambos lados de la hornacina, primero la Virgen de la Fuensanta, como patrona y en recuerdo de todos los años que la Virgen de Fátima sale en procesión al santuario; el segundo relieve se compone de la Virgen de Fátima y Juan Pablo II en memoria del milagro de la virgen de Fátima en el atentado del 13 de mayo de 1981 en la plaza de San Pedro. Gracias a una medalla que portaba Juan Pablo II de la virgen de Fátima se salvó.
Este proyecto está en ejecución, siendo de grandes dimensiones y numerosas horas de trabajo, que dará al lugar una mayor belleza y religiosidad, a esta plazuela, que escucha el susurro y rumor del agua de los surtidores, instalados en una reciente reforma. EL CRONISTA