DE ÓSCAR GONZÁLEZ AZUELA, CRONISTA OFICIAL DE LAGOS DE MORENO (MÉXICO).

 Hoy, 6 de septiembre de 2022, se cumplen 500 años del regreso de Juan Sebastián #Elcano tras la hazaña que supuso dar la vuelta al mundo por primera vez.

Este cuadro de Elías Salaverría representa el momento en el que Elcano, a la cabeza de la tripulación de la nao Victoria, desembarca en Sevilla tras haber completado la primera vuelta al mundo el 8 de septiembre de 1522, 3 años y 20 días después de su partida de ese mismo puerto.

Entraron en el puerto de Sevilla fundiendo en salvas la pólvora que les quedaba. Tal y como recoge Antonio Pigaffeta, cronista de la expedición, en su diario: «Desde que abandonamos esta bahía hasta la jornada presente, habíamos recorrido más de 14.460 leguas, y logrado la circunvalación del mundo, de levante a poniente. El lunes 8 de septiembre, echamos el ancla junto al muelle de Sevilla y descargamos la artillería completa».

De los 247 hombres que habían embarcado al inicio de la travesía, solo regresaron 18 expedicionarios al límite de sus fuerzas. Les acompañaban al menos tres indios de las Islas Molucas, de los 13 que habían embarcado en Tidore nueve meses atrás.

Famélicos, con el rostro desencajado y la mirada perdida en el infinito. Descalzos y con los blusones rasgados… en palabras de Elcano: «flacos como jamás hombres estuvieron».

Al descender de la nao reciben los velones encendidos que les ofrecen. “El martes saltamos todos a tierra, en camisa y descalzos, con un cirio en la mano, y fuimos a la iglesia de nuestra Señora de la Victoria y a la de Santa María de la Antigua, como lo habíamos prometido en los momentos de angustia”, anota Pigafetta en su diario.

Amparados por aplausos y ovaciones, los supervivientes del navío fueron derechos a visitar a quien les acompañó durante su trayectoria y por quien sentían una intensa devoción, la Virgen de la Victoria.

Ven a celebrar este día al #MuseoNaval.

Título: «Regreso a Sevilla de Juan Sebastián Elcano en 1522».

Autor: Elías Salaverría.

Año: 1944-1945.

POR OSCAR GONZÁLEZ AZUELA