POR APULEYO SOTO PAJARES, CRONISTA OFICIAL DE BRAOJOS DE LA SIERRA Y LA ACEBEDA
Esta noche, concierto de las velas en Pedraza. Allí subiré por la carretera de caracol que da acceso a la única puerta de entrada medieval a la villa: un arco abierto en la muralla y emparedado con la antigua cárcel, remozada y visitable por tres €.
En ella he dado más de un recital de cuentos, convocado por la Fundación de Amigos de Pedraza y el mesurado versificador Ángel Esteban Calle.
A la sola luz de 25.000 pabilos encerados, que se colocan a los lados de las calles en un vaso de cristal y en los balcones con geranios, más de diez mil melómanos se achucharán por la plaza y alrededores, como en anteriores años.
El espectáculo es soberbio, nos sumergimos en la Edad Media y hasta las 24 horas no se encienden las bombillas.
El Cega discurre callado en el hondón del espigón y se lleva la música a otra parte.