JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Todo empezó en los finales del siglo XIX cuando el escocés James Clerk Maxwell (1831-1879) descubre, ¡qué cosas! que una corriente eléctrica de intensidad variable origina dos campos, uno eléctrico y otro magnético, también variables y perpendiculares entre sí, que a su vez dan lugar a una perturbación (ONDA) electromagnética propagada perpendicularmente a ambos campos con una velocidad que en el vacío es de 300 000 km/s.
¡Coña! La misma velocidad que la de la luz en el vacío. ¿Será, entonces, la luz una radiación electromagnética?
¡Ay, fiyinos! que decimos en Colunga. Pues sí y pues no; pero eso ya lo explicaré en otro momento.
H. Rudolph Hertz, en 1888, descubre cómo producir y detectar las ondas electromagnéticas de Maxwell y pocos años después, ya conocido el efecto termoiónico y sus aplicaciones (diodo, triodo…), el italiano Marconi construye el primer emisor- receptor de radio. Bueno, no sé si fue él el primero o Tesla o ambos a la vez.
Es lo de menos. Lo «de más» es que las ondas electromagnéticas («ondas hertzianas») han sido uno de los factores que más ha contribuido en la transmisión de la información y una de las herramientas más eficaces para influir en la conducta y pensamiento de las gentes.
Los de pueblo, que no siempre hablamos con eso que algunos llaman corrección, siempre dijimos «ARRADIO», como decíamos «amoto», por motocicleta; «cera», por acera; «indicción» por inyección y «cocretes» por croquetas.
Hoy, amigos míos, se celebra el DIA MUNDIAL DE LA RADIO; es decir, «DEL ARRADIO», que yo no me apeo de mi costumbrismo rural.
Para mi es celebración singular. Sin ser periodista, llevo colaborando en prensa desde hace más de 30 años; sin ser radiofonista viví y vivo el mundo «del arradio» en Antena-3, en RNE, y actualmente en RPA («La Buena Tarde»); como también el mundo de la televisión (actualmente en EsAsturiasTV).
La «arradio», la tele, el periodismo, la historia, la gastronomía…son «complementos de humor» a mi profesión más seria de profesor y escritor de libros científicos.
Y como, por festivo no es día de cocina y de fogones, preparé esta «entradina de pinchos» para «abrir boca».
Lonchas de jamón de Monterrubio de la Serena, rodajitas de chorizo leonés, queso de oveja del Cerrato palentino y unos pinchinos de pan de sandwich con lecho de queso, rodajita de tomate y un «envuelto» de bonito en aceite con mayonesa y ketchoup. La aceituna (media) es el adorno.
Y ahora, mi saludo habitual en el programa de los jueves en La Buena Tarde en compañía de Alejandro, Monchi y Juan.
«¡Muy buenas, señoras y señores!
Cielo limpio y soleado,
hermosa temperatura;
pues, señor, se me figura
que el tiempo se ha asegurado!»
¡¡¡Sean felices escuchando noticies!!!
Hoy, «les arradios echen fueu».