ENTRE LOS ASISITENTES A LA PRESENTACIÓN ESTUVO CARMEN RUIZ-TIVE, CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD
Hace tres años el alcalde, Agustín Iglesias Caunedo, firmó con el Arzobispo, Jesús Sanz Montes, un convenio para construir en el solar del martillo de Santa Ana la nueva sede de la Escuela de Música Municipal. Uno similar al rubricado seis años antes por sus predecesores, Gabino de Lorenzo y Carlos Osoro, respectivamente, que acabó caducando al no iniciarse las obras. Caunedo presentó ayer delante de Sanz Montes y otras 70 personas en el Auditorio Príncipe Felipe el Museo de la Ciudad que será lo que finalmente acabe ocupando el solar.
El regidor avanzó, a preguntas de los medios de comunicación que, aunque no hay fechas para la finalización del nuevo equipamiento, la intención es que las obras puedan comenzar este año: «Tenemos una partida presupuestaria en este ejercicio de 500.000 euros para iniciar la construcción». Reutilizará el proyecto para la Escuela de Música y las oficinas del Arzobispado redactado por César Fernández-Cuevas (que modificó uno anterior de Manuel Calvete Llamas), que ya cuenta con el permiso del Ayuntamiento y del Gobierno regional a través del Consejo de Patrimonio en un solar sobre el que se realizaron las excavaciones pertinentes.
El inmueble, que conservará parte de la fachada original, no destacará en un entorno clásico como El Antiguo. Ocupará unos 3.500 metros cuadrados entre las calles Santa Ana y Canóniga, distribuidos en cuatro pisos entorno al patio del Palacio Arzobispal, contando un sótano y un bajocubierta, y reservando un pequeño espacio para el Arzobispado en la planta de acceso desde la calle.
Los visitantes entrarán a través la calle Santa Ana y subirán directos, en ascensor, a la última planta. Desde arriba, la propuesta museística descrita ayer por el arquitecto Jorge Hevia, desciende a través de rampas dispuestas para seguir componiendo el relato histórico de la ciudad desde el siglo VIII hasta la actualidad con una especial atención a la Catedral y las reliquias que atesora.
Cuatro áreas temáticas, que se corresponden con las distintas plantas del nuevo edificio, componen el discurso expositivo: el principio del Reino de Asturias, los orígenes de la ciudad, las reliquias de la Cámara Santa y la evolución de la ciudad desde el punto de vista urbanístico. Será un museo con las nuevas tecnologías como uno de sus grandes reclamos. Tendrá maquetas interactivas, proyecciones envolventes, sobre cortina de gas, pantallas panorámicas con las que contar la historia de Oviedo y que el visitante salga con una idea de la ciudad que le acoge, aparte de con una aplicación para el teléfono móvil que le servirá de audioguía en el recorrido e incluirá información sobre otros puntos de interés en el exterior.
Piensa Jorge Hevia que podría aprovecharse la ocasión para mostrar restos constructivos de la Catedral que no están expuestos, y llevar otros elementos guardados en el Museo Arqueológico. También cree que debería recuperarse la reproducción de parte del Calvario de la Cámara Santa de Víctor Hevia, que guarda la Hermandad de Defensores de Oviedo y una maqueta de Regiones Devastadas, además del cuadro ‘Oviedo en llamas’ de Joaquín Vaquero depositado en el Museo de Bellas Artes, imágenes del Ridea y documentos del Archivo Histórico. Todo, para completar el Museo de la Ciudad que ha comenzado a gestarse.
Explicó el alcalde que lo presentado ayer es «el punto de partida» para elaborar «el equipamiento que Asturias y Oviedo necesitamos», con la «implicación de todos» para un proyecto que ayer insistió está «abierto» y «sometido a debate».
Los asistentes
Por eso, invitó a un buen número de personalidades de la sociedad ovetense. Aparte de miembros de su equipo de gobierno, el no adscrito José Donate o el ‘casquista’ Andrés Llavona, pudo verse al presidente de la Federación Asturiana de Comercio, Severino Álvarez Zaragoza; al decano del Colegio de Arquitectos, Alfonso Toribio; al secretario de la Cámara de Comercio, Fernando Villabella; a los presidentes de Hostelería de Asturias y la Unión Hotelera, José Luis Álvarez Almeida y Fernando Corral, respectivamente; al presidente de la Asociación de Libreros, Luis Martín; a la cronista oficial, Carmen Ruiz-Tilve; al deán de la Catedral, Benito Gallego; y al arzobispo, Jesús Sanz Montes, entre otros.
Este último alabó que el Ayuntamiento ampliara la idea inicial de construir un museo de las reliquias: «Porque la historia de la ciudad ni empieza ni termina en las reliquias», advirtió, aunque «sin ellas no se podría entender la ciudad». Para Ruiz-Tilve también fue una sorpresa lo expuesto ayer, en lugar de «lo que me temía, solo la Cámara Santa o la Catedral». Echó de menos, sin embargo, «la vida cultural, la música y la literatura».
Fuente: http://www.elcomercio.es/ – Ana Salas