HA PUBLICADO ONCE LIBROS A LO LARGO DE SU VIDA, UNO JUNTO AL CRONISTA OFICIAL DE ALMENDRALEJO (BADAJOZ), FRANCISCO ZARANDIETA
Los 22 años en los que don Tobías Medina ha estado como párroco primero, y, después como rector de la Piedad, han marcado sin duda a la ciudad de Almendralejo. Durante ese tiempo no sólo ha dejado huella con su buen hacer y trato amable, sino que también son muchas las obras sociales y culturales, los libros escritos y las iniciativas puestas en marcha.
Natural de Cabeza la Vaca (Badajoz), llegó a Almendralejo para hacerse cargo de la parroquia de la Purificación en 1986 y su estancia no ha pasado nunca desapercibida. De joven estudió Humanidades y Filosofía en el Seminario Diocesano de Badajoz, y Teología en el Metropolitano de Valencia. Desde 1954 ha desempeñado el ministerio en parroquias de la provincia de Badajoz. En Évora (Portugal) fue director diocesano.
En Almendralejo compaginó su dedicación como pastor de la iglesia con clases como profesor de la Escuela Universitaria del Magisterio de Santa Ana. Unos años después, fue el párroco que estrenó el cargo de rector del santuario de la Piedad, un cargo que hasta entonces no existía y poco después, fundó el Museo Devocional.
En agosto de 2008 se jubiló a los 78 años, pero decidió quedarse en Almendralejo, en un piso en alquiler en la calle Mérida, «cerca de todo», de las monjas clarisas, de la Piedad, de la Purificación…. Como confesó entonces a la periodista María Ángeles Parra en una entrevista.
Gran devoto de la virgen de la Piedad, afirmaría que la patrona era para él «la madre, la reina, la amiga, es todo». Pero ni siquiera en su jubilación paró su actividad cultural y religiosa, ya que durante unos meses ayudó al nuevo rector de la Piedad, Juan Antonio Noriego, en la tarea de catalogar, inventariar y clasificar los objetos del Museo Devocional, para que quedara constancia de las donaciones y de sus características.
En opinión de su compañero y amigo, Juan Antonio Noriego, uno de los mayores méritos de don Tobías, es «su forma serena de ver las cosas, de saber pararse antes de actuar, y una gran capacidad para enfocar las cosas de una forma fría». «Organiza las cosas y cuando las tiene previstas, va a por ellas, pero no actúa de forma espontánea, medita, las proyecta y las realiza».
Once libros publicados
Quizás por ello haya podido publicar hasta once libros a lo largo de su vida, uno junto al cronista oficial de Almendralejo, Francisco Zarandieta. El último salió a la luz hace pocas semanas y recoge los artículos de prensa que ha escrito durante años en distintas publicaciones. Él mismo quiso estar en la presentación en el Centro Cívico, en una de las salas que se abarrotó de público para acompañarle y como agradecimiento de la amistad.
Sin embargo, en una entrevista concedida a Parra, el confesor citaba tres grandes obras culturales suyas por encima del resto, la restauración de la torre de la Purificación, la iluminación interior del mismo templo, la visita de los pintores italianos en 1996, que regresaron a Almendralejo medio siglo después de haber creado los frescos de esa iglesia. Pero una de las cuestiones más destacadas, sin duda, ha sido la construcción del Museo Devocional en el parque de la Piedad, junto a la ermita, y la Casa de la Iglesia. Pero, a nivel sentimental, lo que le llenó por encima de todo fue la coronación de la virgen de la Piedad, patrona de Almendralejo, en 2007.
Hombre incansable, entusiasta, tenaz y comprometido, nunca abandonaba una causa hasta que lograba lo que se proponía.
En estos días, don Tobías, con 86 años vividos, se encuentra en una situación de salud muy delicada, lo que le ha obligado a trasladarse a Badajoz, donde está en la residencia Nuestra Señora de la Soledad. Pero a pesar de esa situación, no ha querido dejar pasar la oportunidad de despedirse del pueblo de Almendralejo y ha sido haciendo llegar a los medios de comunicación una misiva para que sean transmisores de su último mensaje.
En la epístola, don Tobías habla de «despedida» y de agradecimientos, los que quiere dar a medios de comunicación y a ciudadanos, a los que les agradece la «colaboración y ayuda en todas las actividades pastorales». Además, les pide que «sepan perdonar cualquier ofensa o herida que les hayan podido inferir en mis palabras o actitudes, desde luego, nunca fueron intencionadamente». «Desde Badajoz, en el tiempo que Dios me conceda de vida, rezaré por todos los almendralejenses, por sus personas, familias, y por su bienestar espiritual y social».
Fuente: http://www.hoy.es/ – Gloria Casares