POR JOSÉ ANTONIO FIDALGO SÁNCHEZ, CRONISTA OFICIAL DE COLUNGA (ASTURIAS)
Si ayer comentábamos la fiesta avilesina de EL BOLLO (¡Oiga! Y a mí que me gusta decir «bollu»…) hoy hablaremos de los HUEVOS PINTOS (porque no me gusta escribir «güevos»).
El huevo es, y esto desde los tiempos de las culturas más primitivas, un símbolo de «magia cósmica» que en cierto modo indica la creación o «nacimiento» del Universo. ¡Vaya! , como la teoría del «Big-bang», pero «en huevo» puesto que su esfericidad (mejor, forma elipsoidal) viene a ser indicativa de la expansión del Universo en todas direcciones y sentidos.
En otras culturas, como la judía, el huevo simboliza un nuevo nacimiento, un «renacer», un nueva vida enfocada hacia destinos de renovación espiritual.
Por esta razón el «huevo de Pascua» intenta «materializar» la realidad de la Resurrección de Jesús, quien dijo: «Yo soy la resurrección y la vida…”.
Para otras gentes el huevo, también símbolo de nueva vida, se asocia al renacer primaveral de flores y frutos; de ahí que sea objeto de decoración en plenitud de colorido.
Esta costumbre, muy extendida por Centroeuropa a partir del siglo XI, llega a Asturias en el primer cuarto del siglo XVIII, en los primeros tiempos de las explotaciones mineras, cuya prospección y dirección de trabajos solía recaer en técnicos alemanes y franceses. Esto justifica que zonas de influencia minera o próximas a ella, como Sama de Langreo y Pola de Siero, fueran pioneras en esta celebración.
Antiguamente los huevos se coloreaban con una sola tintura (bastaba una cocción en agua de castañas o en vino tinto); actualmente se dibujan con motivos asturianos de arraigada tradición: Virgen de Covadonga, Puente Romano de Cangas de Onís, Mozos y/o mozas en traje asturiano, Gaitas y Tambores, Hórreos, Vacas, Bandera de Asturias, Insignia-bandera de clubs de fútbol (Sporting, Oviedo…).
¿Saben una cosa? La palabra castellana HUEBOS o UEBOS (con «b» y con «h» o sin ella) significa necesidad, cosa necesaria. Pues eso, hoy, martes de Pascua, «por uebos» hay que ir a la Pola de Siero para disfrutar de los GÜEVOS (perdón, HUEVOS) PINTOS.