POR SANTOS BENÍTEZ FLORIANO CRONISTA OFICIAL DE LA CIUDAD DE CÁCERES.
Debajo de la iglesia encontramos un cripta y debajo de esta un aljibe, al cual se accede desde el Centro de Interpretación de la Semana Santa de Cáceres, que pertenece al Ayuntamiento de Cáceres.
El fuerte desnivel en el que se halla la iglesia hace que parezca todavía más monumental de lo que es.
Los Jesuitas fueron expulsados de España por Carlos III en el año 1767, al acusarles de ser los instigadores del famoso “Motín de Esquilache”, por lo que apenas disfrutaron de sus bienes unos catorce años.
Desde 1899 ha estado custodiada por los padres misioneros de la Preciosa Sangre, de ahí que tradicionalmente se le ha denominado “Iglesia de la Preciosa Sangre”, aunque en la actualidad es la Diócesis de Coria-Cáceres la que se hace cargo de su gestión. Esta iglesia está cerrada al culto pero se visita a diario ya que alberga una exposición permanente de belenes de la Diócesis de Coria-Cáceres, paneles con la historia de la Iglesia, un belén a la entrada que permanece todo el año y en ella se desarrollan todo tipo de actos y actividades culturales autorizados por dicha Diócesis. Se visitan además la segunda planta, con un acceso moderno muy accesible y las torres.
Pegada a la Iglesia encontramos el Colegio de la Compañía de Jesús, construido en la misma época. Su fachada presenta una portada neoclásica coronada por un sencillo entablamento sostenido por columnas dobles de capiteles compuestos, rematada por un frontón quebrado con un balcón con arco conopial que se cierra en la parte más alta destacando un escudo de mármol perteneciente a la época de Carlos III, con cuarteles de Castilla y León. Se pueden apreciar evidentes influencias churriguerescas. En su interior destacan dos patios principales de grandes dimensiones, con un precioso y gran claustro y una escalera principal soberbia en su traza y medidas. Terminaron las obras en el año 1755.
Al expulsar a los jesuitas, fueron los franciscanos los que se hicieron cargo del colegio, pero pronto se vieron desalojados del mismo.
A lo largo de estos siglos se ha utilizado como seminario, hospital, cuartel militar, la primera universidad que tuvo Extremadura en 1839 (abolida en 1841), instituto de enseñanza “El Brocense”, colegio de humanidades, centro de exposiciones, etc.
En los años 70 del pasado siglo el edificio se restauró en profundidad para adecuarlo a residencia universitaria femenina con el nombre de “Luisa de Carvajal y Mendoza”, poetisa mística extremeña del siglo XVI. En la actualidad el edificio depende de la Consejería de Cultura, Turismo y Deportes de la Junta de Extremadura y alberga la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura, la Escuela Superior de Danza, la Filmoteca de Extremadura, etc.